La emoción se desboca en la Ofrenda del año más difícil de Valencia

No importaba la lluvia. Ni siquiera el frío que hacía. La emoción de los miles de falleros que han desfilado en la primera jornada de la Ofrenda a la Virgen lo superaba todo. Especialmente cuando ha sido el turno de las fallas de las poblaciones afectadas por la dana del 29 de octubre. Cada una de esas lágrimas que brotaban de los ojos de estos falleros tienen muchas historias detrás. De familiares o amigos perdidos en la tragedia, de casas inundadas, de sufrimiento, de dolor. Era su momento y muy pocos han podido aguantar la emoción al entrar en la plaza de la Virgen y ver a la patrona. Una sensación indescriptible que se multiplica después de lo que han vivido en estos meses.

Alrededor de 1.200 falleros de las poblaciones afectadas participan en estos dos días de Ofrenda, la mitad de ellos este lunes. En concreto en la primera jornada han desfilado 19 de los municipios más dañados, que han vivido en la noche de este lunes ese momento inolvidable, en el que más de uno seguro ha dado gracias por haber sobrevivido y ha pedido que nunca más se repita una tragedia así. En honor a ellos el manto de la Virgen era especial, con un dibujo de la provincia de Valencia con los colores de la Senyera. Ha sido el momento más emotivo, pasada la medianoche, de una jornada en la que la fallera mayor infantil, Lucía García, junto con su corte de honor, han puesto el broche para cerrar el acto.

Los cuadros de honor de cada comisión afectada por la dana, es decir, presidentes y falleras mayores, han sido quienes han desfilado esta noche por el centro de Valencia y se han llevado los aplausos de los miles de valencianos que se agolpaban detrás de las vallas durante el tramo final del recorrido, tanto desde la calle de La Paz como San Vicente y plaza de la Reina.

Pero no sólo ellos han brillado. También los miles de falleros que, un año más y desafiando a una lluvia que dio cierta tregua, han asistido a esta Ofrenda. Por grupos familiares, con madres, abuelas, nietas, parejas, chicas solas, amigos, cada falla tenía de todo. Y cada año es una maravilla ver emocionarse a esa madre inculcándole a su pequeña la emoción y devoción por la patrona. La lluvia, por cierto, ha aparecido de forma leve, sin llegar a provocar cortes ni parones, y ha permitido la correcta celebración del acto principal de las Fallas.

Este año se estrenaban los chips con GPS que llevaba cada estandarte de las comisiones y gracias a ello se podía saber si había o no retraso, que durante toda la tarde noche fue mínimo. En la entrada desde San Vicente y el Micalet no ha habido retrasos, pero esa demora sí que se ha producido en la entrada desde la calle de la Paz. Desde las tres y media de la tarde ha empezado a esculpirse el manto de flores que cada año construye la devoción de las fallas por la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados. La ofrenda ha ido discurriendo con normalidad en una de sus ediciones más frescas de los últimos años.

El frío ha sido otra de las notas destacadas de la jornada, lo que se ha notado en la indumentaria tradicional valenciana, que ha sacado a la calle mantas para los caballeros y pañolones para las señoras. Pero nada ha frenado la afluencia a uno de los actos más esperados del año en el universo de las tradiciones que acompañan a la fiesta más grande de la ciudad. La de 2025 es una ofrenda especial, una ofrenda marcada por el constante recuerdo a la dana. A medida que muchas de las fallas llegaban a la plaza de la Virgen ya fuera por la entrada por San Vicente o por la Paz, la emoción se sentía más que a flor de piel.

Pocos ramos han sido puestos en manos de los sesenta vestidors que los lanzaban a lo alto para construir el cadafal floral de la patrona sin que quienes los portaban no los hayan besado antes de entregarlos. Esta tarde entraban flores blancas, rosas y rojas en la plaza. De esos colores van a ser las primeras puntadas de un tejido que mañana se habrá convertido en la gran prenda de la Mare de Déu.

El manto quedará diseñado con las flores que entre hoy y mañana acercarán 92.866 falleros y falleras mayores de edad, y el resto, 27.269, menores. Según estos datos, hay 52.803 mujeres y 40.163 hombres. Además, 14.598 niñas y 12.671 niños viven las fiestas falleras en primera línea, como activo integrantes de las 397 comisiones distribuidas en los diferentes barrios de la ciudad.

A las tres y media de la tarde ha pasado la primera comisión de las que entraban por la cale de la Paz, era una de los poblados del sur. La de Pinedo, que si bien no estuvo afectada por la dana, sí es muy próxima a las localidades que lo fueron. De ahí que se haya visto muy implicada con esta causa y haya ayudado con muchas actividades a los afectados. También la comisión de Horno Alcedo ha accedido a primera hora con caras visiblemente emocionadas porque a ellos les tocó muy de cerca la tragedia. Poco a poco y de manera ágil y rápida la plaza de la Virgen se ha vestido de fiesta circundada por miles de personas que no se querían perder el maravilloso desfile de trajes que acercan al público la riqueza de la indumentaria valenciana.

También llamó la atención la presencia en la propia plaza de la Virgen la presencia de una joven artista, la pintora madrileña Esther Moya, que ha venido desde la capital expresamente para este acto, y pintar un lienzo de la Virgen cubierta con el manto de flores con los falleros a su paso. Se trata de una pintora que se hizo viral al realizar un lienzo de una fallera cubierta de barro poco después de la dana, y por ello ha querido venir a pintar en este día tan especial.Banda de música en la ofrenda.Iván Arlandis

Junto a la fuente recién restaurada, se amontonaban las grandes canastillas de flores que las comisiones entregan a la patrona de los valencianos. Y poco a poco iba creciendo el número de pomells que se depositaban junto a la puerta de la Basílica. Algo antes de las cinco de la tarde don Melchor Seguí, rector de la Basílica, ha salido a la puerta del templo para estar cerca de quienes disfrutan del «homenaje de amor de los valencianos a su patrona». La de este año la ha definido como una ofrenda muy especial después de la dana. «Vienen todos emocionados para dar gracias y pedir favores a la Virgen».

Las mejores galas para la tarde más solemne. Las mujeres tocadas con mantilla y manga larga. Los músicos, que son sin duda el alma de la fiesta, tampoco se han mantenido al margen. Una componente de la banda de Castellar Oliveral ha llegado al punto de encuentro con el icónico peinado de valenciana. Este año no se podía vestir, pero no ha renunciado a identificarse con la fiesta mediante los tradicionales moños y los rodetes.

La ofrenda, como se ha vuelto a ver, es para todas las edades. Niños de dos meses de edad, como Helena, han participado en la primera ofrenda de su vida llevada por sus padres en un precioso capazo y envuelta con mantra morellana. Y personas mayores, conducidas en silla de ruedas también han acudido para cumplir con la gran tradición. La plaza de la Virgen y las calles de alrededor sumergidas en el constante sonido del 'Valencia' del maestro Padilla eran un hervidero de falleros y falleras desfilando enmarcadas por el Miguelete, la Catedral o la propia Basílica.

Entre las novedades de este año se encuentra que el Ayuntamiento de Valencia, a través de la Dirección General de Personas con Discapacidad, ha puesto en marcha, por primera vez, un QR inclusivo para hacer accesibles los monumentos falleros a las personas con discapacidad. Así, 69 comisiones falleras se han sumado a esta iniciativa y ofrecen códigos QR en sus monumentos, que después de ser escaneados permiten acceder a explicaciones, tanto en castellano como en valencianos, adaptadas a personas con discapacidad auditiva, visual o intelectual mediante sistemas de comunicación aumentativos y alternativos, lengua de signos, lectura fácil y pictogramas y pdfs accesibles.

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