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Cristina Mares, fallera mayor de la comisión Els Jovenils, recibe un anillo, de su novio, Alejandro de la Torre. Manuel Martín Fotografía

Doble pedida de mano a los pies de la Geperudeta

La fallera mayor de Valencia 2016, Alicia Moreno, y la fallera mayor de la comisión Els Jovenils de Benimaclet, Cristina Mares, dan el 'sí quiero' a sus respectivas parejas, tras entregar el ramo de la Ofrenda

Lola Soriano Pons

Valencia

Lunes, 18 de marzo 2024

La plaza de la Virgen es un icono de las Fallas. Para los falleros que entran tanto por la calle San Vicente, como por la calle de la Paz, es muy emocionante entregar el ramo que decora un manto floral único en el mundo tejido uno a uno y entregado con muchos besos. Las lágrimas, rezos y agradecimientos por los favores concedidos a los participantes en la Ofrenda son habituales, pero ahora, además, se ha convertido en un escenario privilegiado para hacer pedidas de mano.

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Que se lo pregunten a Alicia Moreno, fallera mayor de Valencia 2016, que en el segundo día de Ofrenda, celebrado este lunes 18 de marzo, ha vivido un momento inolvidable. Y es que, su novio, Gabriel, le ha pedido matrimonio a los pies de la Geperudeta. La respuesta ha sido un 'sí quiero' y la emoción se ha podido ver en el rostro de la pareja que se ha fundido en un cariñoso abrazo con la Mare de Déu de testigo.

Pero esta no ha sido la única pedida de mano en la Ofrenda. Cristina Mares Tolosa, fallera mayor de la comisión 'Els Jovenils' de Benimaclet (Poeta Asins-Alegret-Puzol), también ha vivido en el primer día de Ofrenda una experiencia irrepetible. Su pareja, Alejandro de la Torre Casal, también le pidió matrimonio a los pies del cadafal de la Mare de Déu y, lógicamente, ella pronunció el 'sí quiero'.

La protagonista no sabía lo que iba a suceder, ya que Alejando se había compinchado con sus padres, sus suegros y el fotógrafo, Manuel Martín, para inmortalizar el momento.

Beso de la pareja, tras la pedida de mano, y anillo de compromiso. Manuel Martín Fotografía

Cristina relata que a la comisión le tocaba desfilar a las 22.45 horas, aunque por los retrasos, les llegó el turno a las 00 horas. «Siempre había soñado con ser fallera mayor y yo estaba feliz y muy emocionada de pasar ante la Virgen como fallera mayor. Entregué mi ramo y se acercó el fotógrafo a hacerme fotos», tal como explica.

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Hasta ese momento todo parecía normal, pero «vi mirando de reojo que mi novio se acercaba y de repente se arrodilló y ya me di cuenta de que iba a pasar algo».

Alejandro pronunció la fórmula clásica de 'Quieres casarte conmigo?' y ella rompió a llorar de emoción y rápidamente le dio el 'sí quiero'.

Alejandro comenta que lo sabía «media falla, mis padres y mis suegros, pero ella no tenía ni idea». De inmediato Alejandro le puso el anillo de pedida y la gente que estaba alrededor no dudó en aplaudir.

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La ocasión era única porque el novio ha esperado a que Cristina fuera fallera mayor para lanzarle la propuesta junto al cadafal de la Virgen.

Como anécdota, cabe recordar que ambos se conocieron en una discoteca. Ella iba con una amiga y él con un amigo, «nos tropezamos. Mi amiga se puso a hablar con su amigo y el resto de la historia ya lo conocéis», detallan.

De conocerse en una discoteca, a apuntarse a la falla

Además el amor hizo que Cristina (administrativa contable de una empresa de instalación de placas), que era fallera de una comisión de Paterna, se acabara apuntando a la falla de Benimaclet donde su novio (encargado de una tienda de ropa) era fallero de toda la vida y, tras siete años de noviazgo, ella es fallera mayor y se ha comprometido con él.

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Lo curioso del caso es que Cristina confiesa que en más de una ocasión «le había dicho de broma que a ver cuándo me hacía una pedida de mano. Yo le preguntaba que dónde sería y cómo y decía que ya vería. Le contesté que sólo esperaba que fuera bonita, pero no me imaginaba esto». Ahora sólo falta poner fecha a la boda y hacer preparativos.

No hay que olvidar que en la Ofrenda de 2018 también se produjo una pedida de mano junto al manto de la 'Maredeueta'. Entonces, Toni Gómez, le pidió la mano a Flora Pérez, ambos falleros de la comisión José María Bayarri-Los Isidros. Él era el primer año que desfilaba en la Ofrenda y acordó el momento con un fotógrafo para tener un recuerdo.

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