Maestro Gozalbo y Barón de San Petrillo reciben los premios a la tradición valenciana

En las comisiones de Maestro Gozalbo-Conde de Altea y Barón de San Petrillo-Enrique Navarro-Leonor Jovani la alegría y el agradecimiento se convirtieron ayer en los protagonistas durante la entrega de los premios de la séptima edición del concurso a la tradición valenciana, que impulsa anualmente el diario LAS PROVINCIAS.

La falla grande de la comisión del Ensanche, bajo el lema 'Qui no té padrí no es bateja', fue la ganadora del primer galardón, que supone la entrega de un estandarte y un cheque por importe de 1.500, por presentar este año un monumento que tiene como pieza central la representación de un bautizo al más puro estilo valenciano.

Este reconocimiento fue recibido con mucho cariño y de buen agrado por una falla que, pese a conseguir el segundo premio en la sección de Primera A, sigue sintiendo el cariño y la aprobación del público que, durante estos días, se ha acercado hasta la comisión para admirar la cuidada obra del artista Manolo Algarra rodeada de flores. «Se han vestido cerca de 80 personas de la comisión para recibir el premio», aseguraba su presidente, Miguel Prim.

Asimismo, reiteró que están muy contentos de haber sido agraciados con este y otros galardones que acreditan la buena labor llevaba a cabo durante este ejercicio fallero. «Después del jarro de agua fría la noche de los premios, esto es motivo de alegría. Además, lo bueno que tenemos los falleros es que quemamos las cosas para crear aún mejores el año que viene», sentenció.

Emoción con el accésit

La falla Barón de San Petrillo también obtuvo ayer su reconocimiento por el cual recibió un estandarte y un cheque de 500 euros por un monumento que homenajea de manera explícita a su comisión que este año cumple 75 años.

El aniversario no es el único motivo por el que la comisión de Benimaclet está de enhorabuena, también se ha alzado con el primer premio de su sección (Segunda A). «Aún no nos lo creemos», confesaba su máximo representante, Vicente Julián. Tal y como relataba él mismo, era la primera vez que la entidad se presenta al concurso que organiza cada año este periódico por lo que «no esperábamos ganar, a pesar de cumplir con los requisitos establecidos en la convocatoria».

No obstante, no quieren perder su esencia de falla de barrio. «Ahora ya somos conscientes de que sabemos hacer cosas buenas y queremos seguir haciéndolas para el barrio», sentenció Julián. Sobre si el próximo año volverán a presentar al concurso anual a la tradición valenciana, aseguró que de momento iban a terminar de saborear todos los triunfos obtenidos este año y que para el año que viene intentaría volver a la carga.

El presidente también quiso resaltar que son «una falla abierta» y que quieren hacer ver que las fallas también se viven con mucha intensidad en otros sectores. Por su parte, la fallera mayor de la comisión, Anna Soro, también se mostró muy «emocionada» de que el monumento en su año de reinado haya recibido un doble reconocimiento.