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Sara Larrazábal, en la exaltación. J. J. Monzó

Blanco roto para el día mágico de Sara

Joan Ribó y la presidenta del Palau, Gloria Tello, dejan sin recibir a Marina Civera y su corte, aunque la junta recupera los olvidados trons d'avís

Valencia

Domingo, 27 de enero 2019

El espectáculo de la exaltación de Sara Larrazábal Bernal llevaba por nombre 'Somnis' y eso es precisamente lo que vivió en la tarde del sábado la máxima representante infantil de las Fallas. Con unos ojos muy despiertos y con una sonrisa permanente, la niña quiso inmortalizar cada minuto de la gala que marca el inicio de su reinado.

Para un día tan mágico Sara confió en el color blanco roto que destacó en el espolín tejido por Vives y Marí. Se trata de un tono suave y dulce combinado con el colorido de las flores y el metal oro viejo para la orla que rodea al ramo.

La última vez que una fallera mayor infantil escogió una tonalidad de la gama de blancos y crudos fue en 2014, cuando Claudia Villodre lució un espolín crema caramelo con flores de vivos colores.

Si bien el viernes tanto Sara como su corte se presentaron a los valencianos con el segundo traje oficial y con un moño único, en la tarde de ayer, ya lucieron el primer traje oficial y el peinado con tres moños. Las que sí acompañaron el segundo traje con el moño único fueron Marina Civera y su corte, después de una gala de la exaltación que se prolongó hasta la madrugada en el hall del Palau de la Música.

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Por su parte, Marina Civera estrenó su segundo traje oficial de nombre 'Marechal' y de fondo cobre, con 16 tramas de color, nobleza al tono y metal plata vieja.

La corte infantil portó el primer traje, con telas y elaboración de L'Atelier de la Seda, con un modelo de nombre 'Cintia' en tonos coral, zafiro, marrón, canela, amarillo, trébol y carmesí.

En el caso de la corte mayor, que ya vivió ayer su noche mágica, también fueron de estreno. Portaron un tejido de nombre 'Rumball' donde se intercalaban los motivos florales con un fondo listado y con fondos en negro, verde, granate, azul, gris y beige y unas peinetas de Més Q Pintes decoradas con atributos de la eucaristía pertenecientes a la iglesia de la Asunción de Andilla.

Cabe destacar que el mundo fallero demostró una vez más su faceta más solidaria y humana, ya que antes del inicio del espectáculo se guardó un minuto de silencio por Julen, el niño de dos años rescatado por unos mineros sin vida en el interior de un pozo de Málaga.

La voz en off de la exaltación recordó: «Todos nuestros corazones están contigo». El público supo respetar la intimidad del momento, y acto seguido comenzó el sueño de Sara.

Si en la exaltación de Marina el sonido del espectáculo 'Arrels' con la Banda de Municipal de Valencia, el sonido de la dolçaina, els cantaors y la dansa valenciana arrancaron el aplauso del público, la apuesta de ayer de la compañía Dinàmic por un número lleno de guiños circenses, acrobacias y fantasías verticales emocionaron a Sara Larrazábal y su corte. Al ritmo de canciones como las del grupo británico Queen hubo sobredosis de saltos mortales y equilibrios imposibles con sólo el apoyo de seis sillas en posición vertical. También hubo magia del mismo ilusionista que actuó en la Gala de la Cultura Infantil.

Eso sí, se repitió el mismo fallo que el viernes, ya que la fallera mayor de Valencia, Marina Civera, y su corte no fueron recibidas por ninguna autoridad. El alcalde Joan Ribó y la edil y presidenta del Palau, Gloria Tello, llegaron para recibir a la reina de Castellón y a la fallera mayor infantil de Valencia. Y lo que sí se añadió es el disparo de trons d'avís que anunciaba la llegada de las cortes y las falleras mayores y que olvidaron el viernes. Entre las que no se quisieron perder la exaltación fueron Sofía Soler (FMIV 2016), Claudia Villodre (FMIV 2014) y María Donderis (FMIV 2015), que hoy será la mantenedora oficial de la fallera mayor infantil de Xàtiva.

También estaban Rocío Gil (FMV 2018), que estrenó un traje de Fran Tochena, maestro mayor del gremio de sastres, en color empolvado y Daniela Gómez (FMIV 2018), realizado por Sonia Remohí, que era un crep con micado blanco con flores de organza. Entre las autoridades presentes en el acto se encontraba la candidata del PP a la alcaldía de Valencia, María José Catalá, el secretario autonómico de Cultura, Rubén Trenzando, el presidente de Les Corts, Enric Morera, así como concejales de PP, Ciudadanos y Compromís.

En esta ocasión, el broche de oro de la interpretación del himno correspondió a Ángel Bellido, cantante valenciano nacido en Buñol como la familia de la protagonista.