El espectáculo pirotécnico de Ricasa en la Marina cuelga el cartel de completo pero se queda sin terremoto final

El espectáculo pirotécnico de Ricardo Caballer patrocinado por Amstel ha llenado hasta la bandera las instalaciones de la Marina.

Finalmente el disparo se ha podido llevar adelante sólo con la parte del castillo multicolor y, tal como ya temía el pirotécnico días antes, se tuvo que suspender el disparo de una mascletà vertical que se tenía que montar sobre una grúa por las rachas de viento. Así lo han acordado Bomberos, Protección Civil y los organizadores al comprobar que el viento no cesaba.

De hecho, en el momento del espectáculo ya no colgaba de la grúa el material vertical.

Eso sí el castillo ha sido muy potente, con 5.000 órdenes de disparo y con decenas de palmeras y otros efectos que han llenado el vielo de color. Se ha formado la Senyera y han predominado los tonos rojos, los blancos luminosos y verdes pastel.

Además era la primera mascletà sostenible que proponían, con el 70 por ciento del material biodegradable.

El público ha aplaudido el espectáculo, si bien inicialmente habían silbado por el retraso de 30 minutos del inicio del acto.

Este año la asistencia de público ha crecido de forma muy importante. Estaban llenas las explanadas junto al edificio Veles e Vents, las proximidades de Edem y el tinglado número 2 y hay gente que ha tenido que verlo desde el voche porque han quedado atrapados en atascos.