Teo, un fallero mayor como promesa a la Virgen de los Desamparados

La comisión Jesús Morante i Borrás - Caminot, conocida como falla La Punta, le eligió como máximo representante el pasado mes de mayo. Recibió 32 votos a favor y 4 en contra de las 36 personas presentes, en una elección a sobre cerrado, lo cual es aún más meritorio. Una mayoría abrumadora que refleja el cariño que le tiene no sólo su comisión, sino todo su barrio: «No sabía que La Punta era tan moderna y eso me emociona». Los vecinos le aplauden y elogian cuando camina por las calles de esta pedanía de Valencia que es como un pequeño pueblo agrícola insertado en la ciudad. Agradece especialmente a su presidente, Carlos Sanz, la confianza y apoyo que le dio desde el primer momento. Está compartiendo también este año junto con la fallera mayor infantil, Gema Desamparados Ibáñez, y el presidente infantil, Jose Manuel Ibáñez, que le arropan en cada acto.

Las Fallas de Valencia ya tuvieron un fallero mayor en el ejercicio pasado, el murciano Raúl Puerta en Borrull-Socors, pero Teo es el primero que ha nacido en la ciudad de Valencia, concretamente, en la calle Denia del barrio de Ruzafa.

Le impusieron la banda de fallero mayor el pasado 1 de diciembre, cuando tuvo lugar su presentación en la mítica sala Canals. Fue un acto lleno de emotividad donde Pepe, su marido, le llevó la banda hasta el escenario. Él ha sido su gran apoyo en los buenos y malos momentos. Además, le ha regalado gran parte de la indumentaria que lucirá este año.

La idea de convertirse en fallero mayor le vino en un momento muy complicado de salud. «Estuve 29 días ingresado en La Fe por un trasplante de hígado, tres de ellos en coma. Estaba entre la vida y la muerte. Vi entonces a la Virgen de los Desamparados, le pedí que me ayudara y me encomendé a ella», explica emocionado y añade: «Sé que me acompañarán también personas muy queridas que me verán desde allá arriba». El próximo 18 de marzo, por la tarde, cumplirá su promesa cuando complete la Ofrenda, entre en la plaza y deposite su ramo ante la imagen de la Geperudeta. Lo hará, eso sí, sin banda: «Por las normas vigentes de Junta Central Fallera iré sin destacar y en la primera fila de los hombres», comenta. Él piensa que la fiesta debe de dar un paso al frente y lanza una serie de preguntas: «Si hay alcaldes y alcaldesas, presidentas y presidentes de falla... ¿Por qué no un fallero mayor?».

Teo, como le conocen amigos y vecinos, no pudo vivir unas Fallas como él quería hasta su jubilación. Trabajó más de 40 años como camarero en la mítica marisquería 'Los Tres Mares' de la avenida Peris y Valero de Valencia, local ahora ya reconvertido en restaurante japonés. Los turnos de trabajo le impidieron ser fallero y poder disfrutar de las fiestas josefinas en su totalidad. Ahora es cuando puede estar plenamente inmerso en ellas. Este nombramiento es el colofón a esta etapa de su vida: «Vivo un sueño».