La falleras ensayan la proclamación

Cada vez queda menos para que las calles de la ciudad retumben con los acordes de los pasodobles, para que el olor a pólvora inunde el ambiente y que el fuego se haga con papel principal. Todo esto llegará en marzo, es decir dentro de unos cinco meses, por lo que aún queda lejos, pero poco a poco se avecina en el horizonte. Las protagonistas de este viernes han sido las integrantes de la corte de honor mayor e infantil que han podido pisar el telón de fondo que verá a dos de ellas cumplir su mayor sueño: ser fallera mayor de Valencia.

El Salón de Cristal del Ayuntamiento, con la alcaldesa María José Catalá al frente, se ha vestido con sus mejores galas para acoger a las 26 falleras mayores en la víspera de la tan ansiada llamada telefónica que se producirá el próximo martes. Se aproximan los momentos de la calma tensa, los nervios a flor de piel y el peligro de quedarse sin uñas por los momentos de inquietud que se vivirán en los casales repartidos por toda la ciudad. Un acto no apto para taquicárdicos en toda regla. Catalá debutará en la tradicional 'telefonada' para destapar el tarro de la magia y hacer volar la imaginación y la ilusión de las candidatas elegidas.

Los trajes de valenciana se han dejado ver ya por algunas salas del Consistorio como el Hemiciclo, la emblemática escalinata y la sala de la chimenea. Faldas, corpiños o manteletas han llenado de colorido la tarde de ensayos presidida por el concejal de Fiestas, Santiago Ballester. Las integrantes de la corte mayor e infantil han podido saborear por uno instantes cómo sería su hipotética presentación ya que se iban turnando en el ensayo de la ceremonia.

En la jornada de este viernes, se ha abierto el abanico al uso de los diferentes peinados de un moño o de tres, para favorecer las distintas combinaciones que quieran hacer las falleras cuando se vista tanto el traje del siglo XIX, más conocido como el traje de las mangas de farol, como con la indumentaria del siglo XVIII.

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