Las consecuencias en Valencia de la caída de Constantinopla

Tal día como mañana, un 29 de mayo, pero del año 1453, se produjo uno de los hechos más determinantes en la historia del siglo XV. Tras constantes y repetidos asedios, Constantinopla, capital del imperio bizantino, caía en manos de los turcos otomanos. La cristiandad quedó sumida en una incertidumbre, aspecto por el que el papa setabense Calixto III orientó su pontificado en la lucha contra el infiel. La falta de apoyos justificaron la escasez de resultados y consecuentemente el incremento del terror en el imaginario colectivo. Una muestra de ello aconteció en Valencia, el primero de junio de 1455, cuando un grupo de cristianos exacerbados asaltó la morería de la ciudad al grito de 'façen-se cristians los moros o muyren'.