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José Ignacio Galcerá
Viernes, 20 de septiembre 2024, 01:02
Cinco toros, casi una corrida completa, y toda la leyenda acumulada de una de las ganaderías con mayor historia de la cabaña brava. Los antiguos ... pablorromero, ahora bajo la denominación de Partido de Resina, protagonizan las fiestas patronales de Almenara. La apuesta del ayuntamiento de esta localidad castellonense es total por «los toros guapos», como así se les conoce. Esta divisa sevillana vivió su edad dorada en los años sesenta del pasado siglo cuando encadenaba triunfos en los grandes escenarios del toreo como Madrid, San Sebastián, Valencia, Barcelona o Bilbao, con toros míticos, como aquel Serranito lidiado en Las Ventas que inmortalizó el maestro Paco Camino en una de las mejores faenas de su vida. En la actualidad su nombre ha quedado relegado de los carteles de las principales ferias, pero han encontrado un hueco en las calles de los pueblos donde los aficionados continúan mitificando la historia grande de una ganadería señera y donde mantienen su admiración por un toro de una belleza única.
Mañana se exhibirán tres -los otros dos serán el martes 24- de los cinco toros adquiridos: el 16-Camisito, el 6-Tormento y el 12-Alborotador, éste reservado para la embolada. No habrá que esperar tanto a verlos puesto que los tres pisarán las calles de Almenara esta misma noche en el tradicional encierrillo que desde hace dos décadas se viene realizando y que se ha convertido en uno de los actos con mayor idiosincrasia de cuantos se realizan en estas fiestas. A imagen y semejanza del que tiene lugar en Pamplona durante las fiestas de San Fermín, los mansos, acompañados por un pastor, inician desde los toriles el camino hacia una de las calles aledañas, donde se abre el cajón con el toro, que es sujetado durante unos segundos entre barreras antes de comenzar una breve carrera de vuelta hasta los toriles, donde es enchiquerado hasta su suelta al día siguiente. La operación, en la que los aficionados pueden participar corriendo pese a lo corto que se hace el recorrido, se hace tantas veces como toros haya previsto exhibirse horas más tarde. El acto tiene cierta mística, seguramente por la ausencia de la algarabía de las tardes de toros y por la luz de la luna que da un ambiente casi íntimo. Antiguamente se hacía más veces, hasta cuatro encierrillos se han llegado a llevar a cabo, a la una y las dos de la madrugada, incluso, tras la presentación y el pregón de las fiestas. Ahora, el espectáculo tiene rango y categoría, tanto que lo han dejado como un acto independiente.
Desde que en agosto del pasado año falleciera de forma repentina Serafín Tajuelo, cada día de toros en Almenara se ha convertido en un homenaje a una figura emblemática del bou en esta localidad. Muy querido en el municipio por su implicación y activismo en el festejo popular, por ser hombre polifacético, igual corría un encierro que se plantaba delante del pilón para embolar con maestría o tiraba la cuerda para enlazar al toro rezagado y reacio a entrar a los corrales, su pérdida deja un vacío irreparable. Las de este año serán las segundas fiestas patronales sin él, después de las celebradas en 2023 con su muerte muy reciente, apenas poco más de un mes, en las que estuvo muy presente con un sentido homenaje de sus amigos, algunos llegados desde rincones de toda España donde era habitual en sus festejos, al son de la dolçaina, una ofrenda floral, una suelta de palomas y el descubrimiento de una placa en su memoria que se colocó en la misma puerta de los toriles.
Estos días su recuerdo seguirá muy vivo, puesto que se exhibirá un toro de impresionante trapío de la ganadería de Sergio Centelles que Serafín había visto en el campo, lo había reseñado y quedado enamorado de su seriedad. Sin embargo, el destino no quiso que lo viera correr por las calles de su pueblo. La peña que lleva su nombre adquirió entonces un toro de Torrestrella y guardaron el toro de Centelles un año hasta las fiestas de esta semana. El toro, ese será el tributo de este año, se soltará desde la parcela que había comprado para construirse una casa.
La programación se completa con un toro de Juan Albarrán el jueves patrocinado por la Peña Taurina local y el viernes con un toro de Enrique Martín Arranz (Joselito), por la Asociación Cultural Taurina El Morrillo y otro de Rocío de la Cámara a cargo de la Juventud Taurina.
Los festejos de bous al carrer contarán, a partir de 2025, con un servicio de veterinario de guardia. Así lo anunció Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, durante una reunión que mantuvo en Segorbe con representantes de los ganaderos de la Comunidad Valenciana y en la que participaron también el conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina; la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, y la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina.
La puesta en marcha de esta medida estará incluida en el nuevo decreto que está ultimando el Consell, lo que garantizará que »los organizadores de los festejos tengan a su disposición este servicio veterinario sin coste que realizará trámites y funciones propias o delegadas de carácter ineludible en días festivos o fuera del horario habitual de trabajo cuando las Oficinas Comarcales Agrarias estén cerradas».
Mazón recordó la línea de ayudas de cinco millones a los ganaderos, de la que se han beneficiado «465 explotaciones», además de mostrar voluntad para flexibilizar los saneamientos permitiendo que los veterinarios de las ganaderías realicen estas prácticas.
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