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Dos asistentes a la cita de la bendición de animales con sus hurones.

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Dos asistentes a la cita de la bendición de animales con sus hurones. Redacción

Los fieles cumplen con la bendición de los animales

La fiesta de Sant Antoni sigue el fin de semana con el porrat

REDACCIÓN

Viernes, 17 de enero 2020, 13:26

Innovar y ofrecer propuestas creativas. Esas son las dos fórmulas que ha aplicado la hermandad de San Antonio Abad de Valencia para reiventarse y engrandecer la fiesta de la bendición de animales celebrada ayer en la calle Sagunto. El pasado fin de semana ya consiguieron atraer a un número importante de público con una verbena 'pet friendly' que admitía presencia de mascotas y un mercado medieval, que incluía productos para las mascotas, y ayer llenaron de ambiente el barrio de Morvedre, donde además se instalaron cerca de 600 sillas. «El año próximo como caerá domingo y esperaremos gran afluencia también pondremos sillas», explicó el presidente, Rafael Garrote. Además, recordó que el mercado artesano sigue abierto hasta mañana.

El acto contó con la presencia de las falleras mayores de Valencia, Consuelo Llobell y Carla García, que lanzaron al vuelo dos palomas. Consuelo indicó que «es el día en que las mascotas son las protagonistas». Afirmó que no tiene animal de compañía, «pero mi novio sí, un perro de nombre Denver. Espero traerlo el año que viene». También estuvieron en tribuna Marivi Borrell, honorable clavariesa vicentina de 2019 y María Chaqués, regina dels Jocs Florals, además de las falleras mayores de Sagunto-Padre Urbano y Llorens-Arquitecto Lucini.

Los valencianos no faltaron a la cita. Un año más la especie más numerosa fue la canina. Graciela Alonso, vecina de Burjassot, acudió con su perro 'Chiqui' en un transportín, ya que se desplazó usando el metro. Magda Pagán fue con su gata de siete años; Carlos Rivera con su pez 'Nemo'; el niño Pau Grabote con dos periquitos y una tortuga y Silvia Pagán asistió con 'Lunita', un conejo.

De moda

La bendición también sirvió como termómetro para conocer las mascotas que más se 'llevan' ahora. Lucía Olivares portó una urraca. «La tengo 17 años. Le he enseñado a decir palabras como 'hola' o 'guapa' y come langostinos, carne, pescado, fideos y tiene pasión por el arroz».

Otro animal que llamó la atención fue una cacatúa que José Miguel Sánchez, vecino de Foios, portó en el hombro. «Lo he traído con una cadenita por seguridad. Y tengo un guacamayo y un yako cola roja». Vicky Cabrera de El Vedat desfiló con dos hurones: 'Pillo' y 'Clei'. «Es como tener gatos o perros. Son inteligentes, obedecen mucho e interactúan. Y los saco a pasear por la calle».

Al acto asistieron políticos como la consellera de Transición Ecológica, Mireia Mollà; el alcalde de Valencia Joan Ribó; la vicealcaldesa Sandra Gómez; la portavoz del PP, María José Catalá; el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner el portavoz de Vox, Pepe Gosálbez, además del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset y ediles de los distintos signos. Por cierto, Ribó confesó que sí tiene mascota (aunque no la llevó), «un gato, Schrödinger, como el inventor de la mecánica cuántica».

El alcalde hizo referencia a la estadística y comentó que «hay más animales de compañía que niños menores de 15 años, por eso, vamos a seguir habilitando zonas de socialización de perros; en la EMT ya pueden viajar animales de peso limitado y hay una playa para perros».

La fallera mayor de Valencia 2018, Rocío Gil, desfiló con su perro, de nombre 'Dogy' y su padre, Rafael, con la perrita 'Bimba'.

Entre los canes de renombre, fue muy aplaudido 'Toro', perro de la Policía Nacional que ha logrado el premio nacional por rastreo de droga o 'Teo', un gran terranova llegado de EE.UU. que está especializado en rescate marítimo.

Reivindicaciones

Ayer también hubo hueco para las reivindicaciones. La concejala del grupo popular Mara Torrado reclamó al equipo del gobierno municipal que inicie «cuanto antes» la construcción de los nuevos refugios de animales. En su opinión, «Valencia vive ahora mismo una emergencia animal por el sectarismo, la mala gestión y la falta de previsión de los gobiernos de Ribó y el PSPV, que han dejado pasar prácticamente cinco años sin haber dado viabilidad a la construcción de un núcleo zoológico y sin haber mejorado las instalaciones de Benimàmet, donde siguen hacinados cientos de animales».

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