La 'Araña infernal' y los silbatos protagonizan un disparo de lo más original

Ver fotos

Concha Vergés, primera a la derecha, con el resto de mujeres que han portado la talla. Iván arlandis

«Ha sido muy especial llevar al Cristo del Salvador y del Amparo el año en que estoy embarazada»

Las mujeres vestas cumplen con la tradición de llevar la talla hasta la orilla del mar en una playa llena de turistas

LOLA SORIANO

VALENCIA

Viernes, 15 de abril 2022, 16:38

Las mujeres de la hermandad del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo han podido recuperar la tradición de portar la talla de forma conjunta ... desde el paseo marítimo hasta la orilla del mar Mediterráneo poco después de las 12 horas del mediodía.

Publicidad

Una vez terminados los Vía Crucis que han recorrido las calles del Grao, Cabanyal y Canyamelar, esta hermandad, que a primera hora ha participado en el encuentro con el Cristo del Salvador, se ha dirigido a la playa para retomar este entrañable acto que hacía tres años que no se había podido celebrar, primero por las intensas lluvias caídas en 2019 y después por los dos años de pandemia.

Público asistente al acto de la playa de las 12 horas. Iván Arlandis
Cofrades de la hermandad del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo. LP

Entre las mujeres que ha sido portadora de la talla se encuentra Concha Vergés, que ha vivido un momento muy especial. «Salgo procesionando desde 1988 y he llevado muchas veces en Cristo, pero este año es muy importante para mi porque resulta que estoy embarazada y seré mamá de un niño en septiembre».

A pesar de su embarazo, no ha dudado ni un minuto en sumarse a portar el Cristo porque había mucha emoción contenida. «Será el cuarto nieto de mis padres y ha sido toda una sorpresa porque soy la hermana mayor de tres y será el nieto más pequeño».

Publicidad

Junto a ella, Mar González, confesaba que lleva 28 años en la hermandad «y es un honor que las mujeres podamos llevar la imagen a la orilla». Otra compañera, María Serra, también se ha unido a este momento tan simbólico y afirma que «soy cofrade desde los siete años y mi padre ya era. Regresar hoy a este acto con el Cristo es indescriptible. Tenía muchas ganas».

También estaba feliz Ana Catalá, que además de participar activamente en ese momento, durante el evento ha procesionado con su bebé en brazos.

Oración en la orilla, una mujer besa un clavel antes de lanzarlo al mar y Cristo portado por cofrades. Iván Arlandis

Una vez en la orilla todos los cofrades, niños y mayores, han lanzado al mar los claveles rojos que portaban en la procesión y el párroco de Cristo Redentor-San Rafael, Juan Pedro Escudero, ha dedicado la oración a los fallecidos en la mar, a los migrantes y también a los que están padeciendo la guerra.

Publicidad

Entre el público había turistas que estaban tomando el sol y que se han encontrado con la ingrata sorpresa de que no hay hamacas ni sombrillas, ya que la concejalía de Giuseppe Grezzi todavía no ha resuelto la licitación del servicio. A pesar de que había bandera roja, los turistas no han dudado en acercarse a tomar fotos de la procesión.

Además, también había turistas que estaban en el paseo marítimo y se han acercado al escuchar la música. Loli Gómez, turista de Castilla La Mancha, detalla que «estoy haciendo vídeos porque me parece una tradición preciosa por el hecho de que las mujeres participen tan activamente llevando al Cristo».

Publicidad

Otros turistas, Sabino Murillo, Víctor Solana y Justo González, procedentes de Madrid y el País Vasco, han explicado que «teníamos ganas de conocer la Semana Santa Marinera. Tenemos un guía que es de Alicante, pero que nos ha recomendado ver el encuentro de los dos Cristos de las 8 horas y hemos ido, y también hemos seguido la llegada a la playa de las dos tallas. Nos ha encantado».

Otras mujeres, Adela y Sanda, de Rumanía, estaban tan emocionadas de ver al Cristo que no han podido contener las lágrimas de emoción.

También han acudido vecinas de toda la vida del Cabanyal, como regina Monmeneu. Detalla que «venimos todos los años porque me encanta ver cómo las mujeres portan al Cristo del Salvador y del Amparo». Y añade que «mi padre era cofrade desde pequeño y desde los 13 años hasta que murió con 68, todos los años llevó a este Cristo. Además, en el Santo Entierro sale una cruz de la hermandad con el nombre de todos los cofrades fallecidos, es emocionante».

Publicidad

Laura Molina, mujer que donó de joven su pelo para el Cristo, portando la imagen. LP

Una vez la procesión regresaba a la iglesia, a la altura del paseo marítimo, Laura Molina ha llevado en varias ocasiones al Cristo a pecho. «Todos los años lo llevo y es tanto el fervor que no noto el peso», indica. Se da la circunstancia de que esta mujer donó de joven su corte de pelo para la imagen y es el que porta el Cristo del Salvador y del Amparo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad