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La Custodia de Valencia, en procesión. J. Lita
El Corpus de Valencia: 'La Custodia de los pobres' que nació de un encargo colombiano

El Corpus de Valencia: 'La Custodia de los pobres' que nació de un encargo colombiano

Los donativos de valencianos anónimos y familias burguesas permitieron a la Catedral disponer de un templete procesional hecho todo a mano por Francisco Pajarón

Jaume Lita

Valencia

Domingo, 14 de junio 2020

Cuenta la leyenda que la imagen de la Virgen de los Desamparados «la feren els àngels». Aplicando cierto símil, la Custodia del Corpus Christi de Valencia «la hicieron los pobres». Fransico Pajarón trabajó durante 14 años en dar forma, junto con un gran equipo entre los que se encontraba su hijo Francisco, a la que está considerada 'la Custodia más grande del mundo'. El trabajo de orfebrería se hizo «cincelado completamente a mano, pieza por pieza», según destaca la nieta del autor e hija del colaborador, Loreto Pajarón. El trabajo «con claro sabor valenciano» es el orgullo y emblema de una familia que siempre ha cuidado de una Custodia que nació fruto del trabajo realizado anteriormente para la ciudad de Bogotá y que hoy en día es una de las joyas de la fiesta del Corpus Christi de la ciudad de Valencia.

En 1936 desapareció pasto de las llamas la Custodia barroca que tenía la Catedral de Valencia. El arzobispo por aquel entonces era Prudencio Melo y éste se enteró que el orfebre Francisco Pajarón estaba dando forma en su taller a una Custodia para la ciudad colombiana de Bogotá. Loreto Pajarón cuenta a LAS PROVINCIAS que al ver la obra que estaba realizando su abuelo, el arzobispo de Valencia se decidió por tener para la Catedral una trabajo así. Ahí se puede considerar que empezó a gestarse la que actualmente es la Custodia más grande del mundo, la de Valencia. Francisco Pajarón daba inicio al proyecto de su obra maestra.

Cuenta la historia que desde el arzobispado se destinaron todos los esfuerzos para conseguir el dinero posible con el que sufragar la nueva Custodia, resaltando el papel del Padre León. De esta forma se entregaron algunos donativos, que se extendieron por toda la ciudad dando lugar a una avalancha de limosnas populares que le han servido a la Custodia para tener el sobrenombre de la 'de los pobres'. «Algunas familias de la burguesía valenciana donaron más cantidad de dinero y por eso aparecen sus escudos heráldicos representados en la Custodia. Lo que se respetó mucho fueron las donaciones de joyas y alhajas, que se incorporaron tal cual en la obra«, explica Loreto.

Defiende la nieta del autor que hoy en día la Custodia de Valencia «tiene un valor incalculable, el proceso que se llevó a cabo sería casi imposible de emular. Durante años el equipo trabajó entre 10 y 12 horas diarias para dar forma a «la obra maestra» de Pajarón. En ella, expone Loreto, «si se contempla con tranquilidad, se pueden ver las inspiraciones valencianas de mi abuelo: la torre de Santa Catalina y el frontis de la iglesia de San Andrés«. En la abadía de este último templo fue el lugar hasta al que se trasladó el equipo del orfebre para disponer de mayor espacio y poder realizar la Custodia.

El resultado: «una obra inspirada en el renacimiento plateresco, con claro sabor valenciano», puntualiza Loreto Pajarón. La primera vez que procesionó por Valencia lo hizo sin el icónico templete y la Custodia con el viril salió a la calle bajo palio. Toda la estructura está elaborada con un total de 600 kilos de plata, cinco de oro fino y 75 gramos de platino, entre otros elementos muy diversos. Loreto recuerda emocionada como su padre «colaboró» con su abuelo para dar forma a un emblema de la ciudad de Valencia, para finalmente dar forma a más de 159 figurillas, entre ellas la Virgen de los Desamparados y una gran representación de santos valencianos, dentro de «una catequesis, que es lo que mi abuelo representó en la Custodia».

La nieta del creador de la Custodia no olvida cuando su padre y su abuelo se encargaban de dejar lista la obra antes y después de la procesión, «retirando todas las flores al llegar a la Catedral». «La Custodia de los pobres«, por haberse sufragado con donativos del pueblo, la que se realizó gracias al encargo colombiano a Pajarón, »la más grande del mundo«, la que este año de coronavirus no recorrerá las calles de Valencia. La »obra maestra« que es el orgullo de una familia, la que cinceló con sus manos »hasta el último rincón« de esta joya valenciana.

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