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LOLA SORIANO
Miércoles, 22 de mayo 2019, 00:33
El fervor a la Virgen de los Desamparados es tan grande que ya de madrugada había feligreses haciendo cola para ser los primeros en ver a la Mare de Déu luciendo un nuevo manto para el Besamanos, un acto que ya ha calado en la tradición valenciana y que se ha convertido en un día señalado para muchos.
Cumplir con una promesa, dar gracias por el deseo concedido y tener la oportunidad de estar cerca de la Geperudeta son motivos más que suficientes para estar en esta cola hasta que se abre la puerta de la Basílica, a las 7 horas.
El Besamanos cumple su 17 edición y un año más no podrá gozar de la sombra que proporcionaba el toldo de la plaza de la Virgen. De hecho, para hoy se esperan temperaturas de hasta 23 grados a las 12 horas, por eso, «hemos decidido que las personas que vienen a este acto en sillas de ruedas o con carros de bebés accedan por la parte de atrás de la Basílica, ya que a partir de las 12 horas en esa zona hace más sombra y estas personas no estarán tanto tiempo expuestas al sol. Estarán más protegidas», explica José Luis Albiach, presidente de los Seguidores de la Virgen.
Si en pasadas ediciones entraban por la puerta izquierda ubicada en la plaza de la Virgen, en esta ocasión es por la calle La Leña, recayente a la plaza de la Almoina y se ha instalado una rampa.
Añaden que de este modo, además, «habrá más fluidez en ambas colas, ya que las personas que entren por el acceso reservado de la calle de la Leña saldrán por la puerta de la plaza de la Virgen más cercana a la sacristía», indica Albiach. Por su parte, las personas que entren por el acceso principal, es decir, por las puertas de bronce, saldrán por la otra puerta que recae en la plaza de la Virgen».
Es casi ya una tradición que para esta jornada la Virgen estrene un manto y este año no será una excepción. Se trata de una seda de fondo gris y con flores que prometieron dos hermanas de Valencia y falleras de toda la vida de una comisión.
Si bien las hermanas han preferido mantener el anonimato, se trata de una promesa que hicieron hace un tiempo para mejorar la salud.
La prenda que cubre a la Virgen y al Niño se ha adquirido y confeccionado en la firma de indumentaria de Álvaro Moliner, de donde son clientas habituales.
Otra de las novedades de este año es que los Seguidores de la Virgen podrán hacer reparto de agua entre las personas que más padezcan las altas temperaturas. «Este año una empresa nos ha cedido gratuitamente 7.000 botellines de agua y vendrán muy bien para las horas centrales de sol, ya que se entregará a las personas que veamos que necesitan hidratarse», detalla Albiach.
Cabe destacar que en el pasado Besamanos a la Virgen fueron 31.000 personas las que se acercaron a ver a la Virgen en la Basílica desde las 7 de la mañana y la jornada se prolongó hasta las 2.30 de la madrugada.
Para esta ocasión, los Seguidores de la Virgen cuentan con 110 voluntarios que se irán relevando en la atención al público durante toda la jornada. Los Seguidores acreditados repartirán a cada participante en el Besamanos una estampa, un suplemento diocesano y un sobre para que, si lo desean, colaboren con las obras de caridad que impulsa la Basílica a través de la Fundación Madre de Déu dels Innocents i Desamparats (Maides).
La Corte de Honor de la Virgen ha elaborado una colección de pulseras para el Besamanos con un nuevo diseño en colores azul, un tono marino, negro y rojo que servirán de rosario y que han sido pasadas por el manto de la Virgen. Asimismo, como novedad, se han editado unos lazos para los bebés con la imagen de la Virgen en colores pastel.
Cabe destacar que estas ayudas servirán para atender los proyectos de Maides, como la atención a personas con enfermedad mental grave y en riesgo de exclusión social y cuentan con dos viviendas tuteladas y con el programa de Acompañamiento Domiciliario (PAD). También cuenta con unidades de convivencia para grupos de dos o tres personas que viven de forma autónoma supervisadas por un educador, así como una vivienda tutelada de promoción de la autonomía.
Además, también realizan visitas domiciliarias a personas con enfermedad mental grave, estables y que carecen de apoyos y recursos.
El donativo también se destinará a Villa Teresita, institución de la Iglesia dedicada a la ayuda y promoción de personas en situación de exclusión social a través de distintos proyectos, especialmente mujeres marginadas, en situación de prostitución o víctimas de trata en Valencia. En este caso, cuentan con una vivienda de acogida para casos de emergencia que en 2018 acogió a 31 mujeres y otras dos viviendas, de recuperación y de emancipación y un programa de atención en calle y teléfono de emergencias 24 horas.
Estas ayudas llegarán a la Asociación Valenciana para la Defensa de la Vida-Provida que atendió en 2018 en Valencia a 162 madres gestantes sin recursos y a sus bebés con la ayuda de socios fijos y 30 voluntarios. También servirán para obras misioneras en América del Sur y la India y ayuda para los misioneros que piden alguna imagen de la Virgen.
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