La llama del bou embolat no se apaga

Una injusticia que ya es algo anecdótico. Con la entrada de María José Catalá a la alcaldía de Valencia, los toros embolados se reanudaron a finales de la temporada pasada en Carpesa y Borbotó, y este año en Massarrojos y sobre todo la capital, Valencia, con una noche en la Feria de Fallas ya histórica, llena de emociones y sentimientos. Este fin de semana será el turno de Benimàmet y próximamente lo hará Benifaraig. El toro embolado recupera su calor en un ambiente de total normalidad, sin restricciones ni prohibiciones despóticas.

Para celebrar que esta llama no se apaga, Benimàmet ensalzará el bou embolat durante dos días. Esta noche será el esperado regreso con la embolada de dos toros en la calle Cullera, y mañana sábado será un día grande, con una jornada bautizada como «La nit del foc» en la que se embolarán hasta cinco toros, en homenaje a las cinco pedanías que sufrieron este abusivo veto. Además, cada una de ellas será la encargada de embolar el toro que le haya tocado en suerte. El objetivo es celebrar el triunfo de todas ellas, que han unido sus fuerzas durante todos estos años para hacer realidad este sueño. Será muy esperado el momento de juntarse en torno a un pilón y también para compartir mesa y mantel en una cena de «germanor», para brindar así por el regreso del bou embolat.

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Y todo gracias a la asociación Amics del Bou de Benimàmet, peña que cuenta con más de quince años de existencia y que ha sido la organizadora de estos festejos que suponen el regreso de las actividades taurinas a este municipo tras cinco largos años sin ellas.

El olor tan característico que desprende la llama de la estopa encerada será el perfume de la libertad, un punto y seguido de una Fiesta que cuenta con más de 250 años de existencia, puesta en tela de juicio por algunos políticos ignorantes. Solo el año pasado se celebraron en la Comunitat 1.507 festejos de bou embolat, cifra que este 2024 aumentará considerablemente.