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Espectacular el ambiente de toros en Llíria. ARCHIVO BOUS LLÍRIA
BOUS AL CARRER

Llíria, veinte años de la fiesta total del bou

La semana taurina de la capital del Camp de Túria alcanza lozana su vigésima edición siendo fiel a su filosofía de dar cabida a todas las modalidades del festejo popular

José Ignacio Galcerá

Viernes, 4 de octubre 2024, 00:24

Recién estrenado octubre, las miradas de los aficionados al bou al carrer se dirigen hacia Llíria y su semana taurina. Este año, la feria en ... honor a Sant Miquel llega a su vigésima edición y lo hace en plenitud, consolidada y madura, sin perder la esencia que le ha traído hasta aquí dos décadas después de su nacimiento en 2003. El ciclo es fiel a la idea de otorgar espacio a todas las modalidades posibles de festejo popular convirtiéndose en el más variado de cuantos se celebran en toda la Comunidad Valenciana. Nadie da más en menos días. A saber: dieciocho toros cerriles, un encierro de vacas emboladas, cuatro encierros de toros y caballos, un encierro de toros y una entrada de vacas con protagonismo para la ganadería autóctona.

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«El camino no ha sido fácil», apunta José Vicente Eixarch «Brossa», alma mater de la semana taurina. «Para llegar a esta vigésima edición todas las peñas que forman la semana taurina han sido fundamentales», destaca. El éxito, antes de que el primer toro pise las calles de la localidad, ya es una realidad. Ya no quedan entradas. «Los cadafales tienen una capacidad para 1.200 espectadores y hace dos semanas que se agotaron todas las localidades. Eso es un reflejo de que la semana taurina está más viva que nunca». Trece peñas forman actualmente la semana taurina, incorporándose este año una nueva: Guarisme 4, que patrocina un novillo de la ganadería de Monteviejo. «A base de afición, trabajo y cordialidad hemos sido capaces de consolidarnos. Y con todas las administraciones que han pasado por el ayuntamiento. La semana es el resultado de mucho esfuerzo y de más de treinta reuniones anuales. Estamos contentos pero nos queda mucho recorrido».

El virus de la lengua azul está suponiendo un serio obstáculo para la presente edición. La jornada del próximo 9 de octubre está en jaque. Ese día está previsto que se exhiban toros y vacas de ganaderías procedentes de Extremadura, territorio donde se han originado los últimos brotes de la epidemia. A eso se añade que también hay programados dos encierros y suelta de vacas, tanto por la mañana como por la noche, de reses de ganaderías autóctonas, circunstancia que desde ayer queda terminantemente prohibida dado que la Conselleria de Agricultura ordenó que en el mismo día no se pueden exhibir cerriles y ganado de la Comunitat por el riesgo de contagio. «Es un golpe bajo y además in extremis, con poca capacidad de reacción. Estamos preocupados. Cada día hay noticias nuevas, está siendo como el COVID, con restricciones más o menos duras dependiendo del brote. El día más afectado es el 9 pero intentaremos salvarlo de la mejor manera posible. Nosotros somos los primeros que cuidamos nuestro ganado autóctono y, por supuesto, no queremos que esta epidemia afecte a nuestros ganaderos. Pero también hay que tener en cuenta a los otros ganaderos, que llevan mimando los toros y vacas que hemos comprado durante todo el año. En las próximas horas se buscará la mejor solución para todas las partes. Sin duda, es un problema muy serio para este final de temporada».

Los hitos de veinte años

En 2003 comenzó la Semana Taurina de Llíria bajo el gobierno de Manuel Izquierdo, hombre clave en el impulso del ciclo durante los doce años que estuvo al frente de la alcaldía. Con el viento a favor, la base de la programación fueron las tradicionales entradas de vacas y el toro embolado, además de la desencajonada de toros en puntas como los de Sayalero y Bandrés y Sayalero Monje en aquel primer año.

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A partir de la cuarta edición, ya en 2006, tiene lugar la incoporación a la semana taurina de varias peñas, como la Taurina, la peña Miura, Tenalla, Quiebro, BAC o Raval -más tarde entraría los Centauros Edetanos, La Estafeta y Pla de l´Arc-, que comienzan a sentar las bases del serial. Ese año, como los siguientes, se celebran distintos actos culturales a modo de tertulias con personalides relevantes del mundo del toro además de clases prácticas con alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, como ocurrió en 2007. Hasta 2014, el ayuntamiento adquirió toros todos los años, destacando una corrida completa de Alcurucén, otra de Monteviejo, Lora Sangrán y dos de Arcadio Albarrán, entre otros. También fue importante el concurso con ganaderías de la tierra, certamen que se llevó a cabo nueve años, constituyendo un hito para la localidad.

Fueron esos años de vino y rosas, con la adquisición de veintidós toros cerriles en 2010 ó 27 en 2012, el récord absoluto de la semana taurina. Pero además de por la cantidad, lo fue por el prestigio de las ganaderías anunciadas con toros de Apolinar Soriano, Victorino Martín, Juan Luis Fraile, Conde de la Maza, Santiago Domecq, Guardiola, Jandilla o Juan Pedro Domecq, entre otros nombres.

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Entre los grandes toros de estas dos décadas figuran en el cuadro de honor un extraordiario Volandero de Miura, Rehiletero, de Luis Algarra, el inolvidable Bataletón, de Sánchez Cobaleda, indultado y a la postre último toro de esta ganadería, ya desaparecida, o Brachichito, de Peñajara, que se alzó en 2017 con el premio al toro más bravo de la Comunidad Valenciana.

La Peña El Quiebro cumple veinticinco años. GONZALO SORIA

En esta edición dos son los aniversarios: los veinticinco años de la Peña El Quiebro, presidida por su fundadora, Mari Carmen García, que con cincuenta socios es una de las más activas tanto en la semana taurina como en la organzación de festejos en distintos barrios del municipio, y los diez de la Peña BAC infantil.

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Bou al carrer en Cheste. JESÚS SIGNES

Los recintos taurinos tendrán que desinfectarse por la lengua azul

La problemática de la lengua azul está siendo un quebradero de cabeza para los organizadores de los últimos festejos de la temporada de bous al carrer. Desde ayer jueves, los recintos donde se alojen toros cerriles procedentes de Extremadura tendrán que ser desinfectados obligatoriamente tras la medida adoptada por la Conselleria de Agricultura como consecuencia del incremento en los últimos meses de la presencia de este virus.

Entre las medidas, se incluye la de usar repelentes con los toros antes de su llegada y hasta su sacrificio, y se establece un plazo en el que «no podrán transcurrir más de 72 horas desde que entren en la Comunidad Valenciana y el sacrificio, salvo causa de fuerza mayor». Se anuncian además inspecciones veterinarias para comprobar la documentación de entrada y el cumplimiento de los tratamientos de desinfección y repelentes, impidiendo así que se produzca el mínimo error que exponga al ganado valenciano, libre por el momento de la infección del virus.

Asimismo, queda prohibida la exhibición de cerriles y de ganado de corro el mismo día, siempre que el origen sea Extremadura. Y se descarta por completo el uso de cabestros para controlar a esos toros, ya que los animales que lleguen de Extremadura no podrán tener contacto alguno con otras reses. La Conselleria de Agricultura concreta que estas medidas estarán en vigor mientras duren las actuales circunstancias epidemiológicas.

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