La multa turística

La única solución para esto son multas de las que pican de verdad en el bolsillo, dice Guardeño. Estoy de acuerdo, si el gobierno municipal ha decidido olvidarse de la tasa turística, inventemos la multa turística, una idea que destila humor fallero, por cierto. Para los visitantes y los de aquí, porque la orina es la misma en todos los países.

El primer fin de semana de Fallas deja también varios interrogantes que deberán ser respondidos por el Ayuntamiento. ¿Por qué la Lonja no estuvo protegida con una valla alrededor de todo el edificio? ¿Por qué no se han repartido ya los urinarios portátiles al menos por las zonas más sensibles?

Llevamos desde 2018, cuando se produjeron los lamentables incidentes en la parte más monumental de Ciutat Vella, avisando de que el patrimonio histórico necesita más protección. No es sólo el asunto de las churrerías, sino que lo verdaderamente importante es frenar las conductas incívicas.

No es culpa de las comisiones falleras. Pasaron las verbenas a la tarde, colocaron carteles llamando a la concienciación y cumplen escrupulosamente con el bando fallero. Es responsabilidad del gobierno municipal, sea cual sea el color político. Los vendedores del Mercado Central, por citar un ejemplo, están hartos de contratar un baldeo extraordinario para limpiar el exterior del edificio después de cada fin de semana fallero. Para el primer fin de semana ya llegamos tarde, pero todavía se puede enmendar y frenar el vandalismo.