Procesión a hombros y Besamanos el 22 de mayo

Sin tiempo para la siesta, la procesión de la Virgen comenzó a las 17.30 horas, media hora antes que la pasada edición. Fueron cientos los falleros participantes y tampoco faltaron representantes de fiestas como el Corpus, Sant Bult, los vicentinos y entidades como Lo Rat Penat.

Este año, además, sedecidió continuar con la tradición iniciada el año pasado por el Centenario de la Coronación de llevar a hombros durante la procesión a la Mare de Déu. Fue rápida y se notaron los ensayos de las collas porque no se produjo ningún parón reseñable. Los primeros en portar a hombros a la Mareta fueron los sacerdotes. Durante el recorrido le siguieron collas de portadores como la de Ontinyent. Al paso por la calle Caballeros se pudieron ver balcones muy bien ornamentados, como el de la casa del indumentarista Enrique Marzal. En la plaza de Conde Buñol tomó el relevo el grupo de Paiporta. En la zona de Tros Alt tomaron el relevo los integrantes de los portadores de Museros. En los Santos Juanes siguieron los de Alboraia y en María Cristina, los de Paterna. Todo este recorrido estaba repleto de gente y se instalaron 2.000 sillas para el público. En la plaza de la Reina fueron los portadores de Burjassot los que siguieron el recorrido con la imagen a hombros y los Seguidores el tramo final hasta la Basílica. Este año volvieron, también los piquetes militares.

Tras la procesión, este lunes está el concierto de la Ronda a la Virgen a las 20.30 horas y la próxima cita es el 22 de mayo, cuando se celebrará el Besamanos.