Quién fue San Blas y por qué es el patrono de las enfermedades de la garganta y de los laringólogos

Este 3 de febrero se celebra el Día de San Blas, venerado tradicionalmente como «abogado contra los males de garganta» porque uno de los milagros que se le atribuyen es la curación de un niño al que se le clavó una espina de pescado en la garganta.

San Blas fue un médico y obispo de Sebaste, actualmente en Turquía, durante los siglos III y IV. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.

La tradición en este día es comer roscas o rolllos de San Blas, previamente bendecidas en una misa en honor al santo.

El barrio de Russafa, en Valencia, honra este lunes a San Blas en el día de su festividad litúrgica a través de misas, una procesión y bendición de panes. En su honor, la parroquia de San Valero Obispo y San Vicente Mártir permanecerá abierta desde las 8.30 horas y hasta las 21 horas para permitir la participación de los fieles en las celebraciones y la veneración de la reliquia del santo, ha detallado el Arzobispado.

La parroquia acoge por la mañana dos misas, a las 10.30 horas y a las 11.30 horas, ésta última, la misa mayor, en la que serán bendecidos los panes que traen los fieles, al igual que en la eucaristía de las 18.30 horas.

Por la tarde, su imagen de San Blas será trasladada en procesión, a las 17.30 horas, «acompañada por centenares de niños que, desde recién nacidos son inscritos por sus padres en la Cofradía de San Blas para protegerles de las enfermedades de garganta siguiendo una antigua tradición».

Una vez finalizada la procesión, tendrá lugar la tradicional 'passà de xiquets', acto en el que las madres acercan a sus hijos pequeños al altar para ungirles la garganta con aceite bendecido para que el santo les proteja contra estas enfermedades.

Durante todo el día, los fieles acuden a las misas en honor al santo, rezan la novena y también adquieren las tradicionales 'coquetes', hechas expresamente para este día y bendecidas, además del aceite y las medallas. La festividad se celebra en San Valero desde la fundación de la Cofradía en el siglo XVI.