Santiago Domecq cierra su año glorioso por todo lo alto en Museros

La expectación es máxima. Muchos aficionados de la zona todavía saborean la bravura de Escondido, el toro de Santiago Domecq que fue indultado en la pasada Feria de Julio por Román y que supuso un hecho histórico. Pero no solo. Esta ganadería y Museros viven un idilio especial desde que hace cinco años se encontraron sus caminos de manera fortuita y ya no se separaron. Para entonces, temporada 2019, la Peña Taurina Museros había diseñado un cartel de categoría que se descompuso a última hora. Joao Folque, ganadero de Palha, acabó echando mano del toro reseñado para Museros para completar la corrida que lidiaba en la Feria del Arroz de Arles. Sin apenas margen de maniobra, apenas faltaba un mes para las fiestas, lograron recomponer el cartel con un toro de Santiago Domecq, que curiosamente había estado de sobrero en la feria de Dax. Aquel Noctámbulo nº 68 fraguó desde entonces una bendita comunión entre los ganaderos y la peña. Después llegarían otros toros como Nocheclara, Ventero, Anárquico, Arrumbado y sobre todo, Destacado nº 60, que todavía permanece en la memoria de todos los aficionados. Fue premiado como mejor toro de la temporada 2021 por una actuación muy completa por la tarde y sobre todo embolado por la noche. Reunió todo lo que se exige a un toro: entrega hasta el final, fondo bravo para ir a más, acometividad, nobleza… y además exigía a los que se ponían delante. Pura emoción.

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Desde entonces comenzó a fraguarse el proyecto de este encierro con vistas al aniversario. Un sueño que se hizo realidad gracias a la generosidad del ganadero. La idea, materializada el año pasado, no podía esperar a hacerse pública y la presente temporada amaneció en febrero anunciando la adquisición de seis toros de Santiago Domecq. Un acontecimiento que ha cobrado mayor relieve tras la sobresaliente temporada de esta divisa.

«Vamos muy ilusionados a Museros. Es una peña que se ha volcado con nosotros y espero que todo salga bien», explica Santi Domecq hijo. Para el ganadero, se trata de un encierro «bastante bien presentado. Al principio fuimos eligiendo toros que pensábamos que no servían para el toreo a pie pero sí para las calles, pero al final lo hemos mejorado. Los seis toros los hemos preparado como una corrida más». Después del apabullante éxito de esta divisa en las principales ferias, se augura un festejo de lo más entretenido. El ganadero tiene confianza en los toros reseñados. «Hay toros con reatas de un semental muy bueno padre de toros importantes como los tres de este año en Sevilla, hay algún toro hijo del indultado en Dax en 2018 de nombre Lebrero…». Le preguntamos por su gran apuesta y no duda en asegurar que le gusta mucho el toro número 88, de nombre Puntero: «Es cinqueño. Por hechuras es el que más me gusta. Además, tiene mirada de noble y bravo a la vez. Viene de una familia que suele dar mucha transmisión, así que espero no engañarme y que el toro dé espectáculo».

Con Museros se pondrá el broche a una temporada memorable para la ganadería de Santiago Domecq. «Ha sido algo histórico. Este año ha sido el mejor de nuestra trayectoria como ganaderos y esperemos que lo siguientes se le parezcan a este. Hace cinco años, cuando comenzamos una nueva etapa, ni de lejos soñábamos algo así», concluye el ganadero.

Tras el encierro, se exhibirá un toro por la mañana y cuatro por la tarde, guardando uno para la próxima semana. La expectación es máxima. Museros volverá a vivir un encierro diez años después del último. Una cita para no pederse.