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LOLA SORIANO
Sábado, 3 de abril 2021, 00:11
valenciA. Ya le pasó a las Fallas en marzo y ahora es la Semana Santa la que tiene que reinventarse para mantener encendida la llama de la esperanza. Este año no se ha producido el tradicional encuentro del Santísimo Cristo del Salvador y del Cristo del Salvador y del Amparo, ni han procesionado hasta la playa del Cabanyal por la pandemia, pero sí ha podido ejercer de anfitrión Jesús de Medinaceli, de la cofradía del Grao, que es la única talla de la Semana Santa Marinera de Valencia que ha salido a la calle.
En la mañana de ayer, tal como coordinó el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el vehículo Mare Móvil de la Virgen partió de Palacio Arzobispal con Jesús de Medinaceli y recorrió cementerios, hospitales como La Fe, el General o la Salud, centros de refugiados y lugares de atención a desfavorecidos o una clínica especializada en abortos.
El propio Cañizares iba de copiloto en el Mare Móvil para vivir la experiencia. A su paso por el cementerio General, las floristas lanzaron pétalos a su paso y vítores y en la puerta del cementerio del Cabanyal el público se ha arrancado a cantar a la imagen.
Tras este vehículo acristalado le seguían miembros de la cofradía, entre ellos, Juan Agustín Blasco, el presidente. «Hemos visto escenas emotivas. La gente se ha parado a ver la imagen, le han cantado, le han lanzado piropos y le han tirado pétalos», indicó.
Como a esta talla se le conoce como el Cristo de los Cautivos, también visitaron la cárcel de Picassent. El recorrido finalizó en la Basílica, donde se abrieron las puertas de bronce para que quedara cara a cara con la Virgen de los Desamparados.
Pero estas no son las únicas novedades, en las iglesias de Santa María del Mar, N. S. del Rosario, Cristo Redentor-San Rafael y Nuestra Señora de Los Ángeles, y también en la Catedral, se realizaron vía crucis en el interior de los templos.
Si bien los Cristos del Cabanyal no se pudieron encontrar ni salir a la calle, lo que sí se pudo hacer, sin público y sin previo aviso, es la oración a los fallecidos en el mar y por la pandemia a orillas del Mediterráneo. Una representación de la hermandad del Cristo del Salvador y el párroco Fernando Tomás, hicieron una oración y lanzaron una corona de laureles al mar.
Como las calles de los Poblados Marítimos no podían acoger el Santo entierro, por la tarde, en la iglesia del Rosario se escenificó este momento de la Pasión de Jesús. El Cristo Yacente recorrió las dos naves del templo del Canyamelar y se hizo una reverencia. Y el día anterior los Granaderos de la Virgen del Cabanyal realizaron una ofrenda floral en el cementerio a los difuntos de la corporación y a las víctimas del Covid y se hizo un reconocimiento a la Policía Autonómica, Guardia de Honor de la Dolorosa.
Por otro lado, el portavoz de Ciudadanos en Valencia, Fernando Giner, exigió ayer al alcalde Joan Ribó una «estrategia sobre la Semana Santa Marinera para aumentar su difusión» y añadió que «desde 2015 se ha incumplido el acuerdo de promocionar esta fiesta en seis comunidades autónomas».
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