Valientes, toreras y grandes aficionadas

Sara Ávila es todo un ejemplo. En Vila-real volvió a recortar después de dos años apartada de la primera línea al dar a luz a su hijo. Diez años lleva ya como recortadora, con temporadas en las que ha sumado hasta 70 concursos de recortes en los tres meses de verano. «Ni es un mundo solo de hombres ni mucho menos machista. Conmigo siempre se han portado muy bien, me han apoyado, me han ayudado en todo, hasta incluso me he sentido más cuidada. Es un mundo maravilloso, es mi vida», admite.

La presencia activa de estas recortadoras en un festejo taurino es algo que se ha normalizado. Todos los que se ponen delante de un animal son toreros, y el toro no entiende de géneros. «Hace unos años quizá estábamos un poco retraídas, pero gracias a compañeras como Rocío Pulido o Carolina Delgado, hemos tenido la valentía de hacer nuestro camino y cumplir nuestro sueño. Hemos demostrado que esto es cuestión de afición, entrenamiento y constancia», confiesa Sara.

No es la única peña femenina de bous al carrer, cada vez son más las aficionadas que se unen para compartir esta gran afición. Ahí está por ejemplo la ACT Aficionades Taurines d´Almassora, una peña emblemática que cuenta ya con quince años de historia; la peña VAC (Vaques Al Carrer) de Llíria, que además de adquirir vacas para su suelta en las fiestas patronales también han organizado algunos coloquios ensalzando la figura de la mujer en el mundo taurino; en Meliana se encuentra la Penya Meskedones, que el próximo 27 de julio darán suelta a un toro de Virgen María que han adquirido; en Xilxes está la Penya Taurina Aficionades al Bou, que cada año por septiembre aportan un toro cerril a las fiestas del Cristo de la Junquera; la Associació Dones Taurines Les Useres, que adquieren un toro cerril de ganaderías reconocidas para sus fiestas de agosto; en Burriana hay varias peñas: Dones del Bou y Bourrianeres. Y un largo etcétera. Pero en lo que más participan es, sin duda, en las emboladas. Más de una decena de cuadrillas de emboladoras hay en toda la Comunitat. Toreras todas ellas, que emprendieron hace años un camino de igualdad imparable y que han llegado para quedarse.