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Una mujer da un emotivo beso a la Virgen de los Desamparados. Irene Marsilla

El Besamanos a la Virgen supera el récord de fieles con 35.000 personas

«Vengo a pedir por la paz en el mundo, el fin del hambre y de la contaminación», dice uno de los fieles ·

Lola Soriano Pons

Valencia

Miércoles, 22 de mayo 2024

El Besamanos a la Mare de Déu de este año ha logrado el récord de afluencia con 35.000 fieles que habían pasado a medianoche por la Basílica de la Virgen. Ese es el recuento de los Seguidores de la Virgen, cuyo presidente, José Luis ... Albiach, destacó la ausencia total de incidentes en la jornada salvo un par de lipotimias por el calor.

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A medianoche todavía quedaban «cuatro o cinco mil personas por pasar, la cola llega hasta la mitad de la calle Miguelete», indicó Albiach. Como otros años, se había dispuesto un itinerario con vallas en zig-zag en todo el ancho de la plaza de la Virgen.

Estas cifras suponen un claro récord respecto al balance de 2023, cuando se llegó a 26.000 personas. El acto del Besamanos cobra cada vez más importancia en Valencia como constatan estas cifras. Habrá que ver este jueves a qué hora se cerraron esta madrugada las puertas del templo. El pasado año fue a las 1.15 horas.

La Peregrina luce un manto «de lino de color gris con bordados en hilo de oro viejo, con las puntillas en plata, confeccionado por el artista valenciano Pedro Arrúe», señala Mª Dolores Alfonso, camarera de la Virgen, María Dolores Alfonso, quien desde primera hora de la mañana ha afirmado que «la asistencia está siendo muy importante».

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Según Alfonso, el manto «ha sido un regalo personal de una integrante de la Corte de Honor de la Virgen, en ofrecimiento a su familia» y añade que este día «es muy emocionante porque la Basílica está abierta de par en par y la Madre está esperando a que vengan sus hijos a verla, motivo por el que nos gusta que estrene manto cada año. Por eso, animo a todos los valencianos que vengan a verla y a besar su mano, porque una madre siempre quiere tener cerca a sus hijos».

Este año el acto ha comenzado media hora antes que otros años y, por eso, a las 6.30 horas ya han entrado las primeras devotas, Marisa Rosa, rosa Ferris y Concha Rebollal, que hicieron cola desde la tarde anterior y que han dormido junto a las puertas de bronce de la Basílica.

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Los devotos de la Mare de Déu han llegado de muchos barrios de Valencia, como Orriols, Nazaret, Zaidía o Benimaclet y también de pueblos como Massamagrell, Puçol, Alaquàs o Aldaia, entre otros muchos municipios.

Acto del Besamanos en el interior de la Basílica y en la plaza de la Virgen. Irene Marsilla

Los testimonios de fe que se observan en el tiempo de espera del Besamanos son muy diversos y cargados de emotividad. Cabe destacar que este año además de pedir a la Mareta una mejor salud o trabajo para todos se une una nueva plegaria: la paz en el mundo.

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Así, por ejemplo, Emiliano Martínez, vecino de Patraix, explica que en el día de hoy «vengo a pedir por tres asignaturas pendientes desde hace 2.000 años. en primer lugar, por la paz en el mundo, para que acaben las guerras que hay en el planeta. En segundo lugar, pido por que se termine el hambre, porque con los recursos que tenemos hay suficiente dinero para extinguirla. Y, en tercer lugar, solicito que se ponga fin a la conutaminación».

También José Trujillo, vecino de la calle Ausias March, detalla que ha acudido al Besamanos «para rogarle a la Virgen por la paz en el mundo porque está muy revuelto. A ver si la Virgen nos ayuda en eso. Y también pido por mis nietos». Añade que tiene «91 años y siempre que pueda, vendré a este acto tan emotivo».

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Como dato curioso, la alcaldesa pedánea de Castellar, Isolina Verdeguer, ha asistido con su marido y con sus tres hijos, Isolina, Paco Voro y Carmela, para pasarlos ante la Virgen, ya que esta última hace poco recibió el sacaramento del Bautismo y ha acudido con la ropa del bautizo para fotografiarse junto a la Virgen.

Falleras de Mayor-Moraira; Alejandra González e Isabel Mazcuñan, vecinas de Mislata, y Emiliano Martínez, que pide la paz del mundo. LP

Desde barrios como Nazaret, Orriols o Benimaclet han asistido también a este acto de fervor Carmen y Amparo Chornet, Amparo Cortina, Esther Giménez y Manoli Enquídanos, todas ellas falleras de la comisión Mayor-Moraira. «Todos los años quedamos para venir a besar a la Virgen y pedirle por los nuestros».

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Estas amigas añaden que precisamente mañana jueves participarán en una romería que parte de Nazaret, «porque estamos celebrando en el barrio la fiesta de la Virgen. Salimos en romería a las 18 horas del barrio y a las 20 horas tendremos una misa en la Basílica».

Desde Mislata han acudido al Besamanos Alejandra Gónales e Isabel Mazcuñan, dos amigas que no han dudado en ponerse la misma camiseta con la imagen de la Virgen, en tono morado, que ya lucieron para el día del Traslado. «Venimos a pedir de parte de familiares y amigos y también es importante rogar por el fin de la guerra».

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Del barrio de L'Oliverata se ha podido ver a David Salvador, vecino que ha confesado que ha asistido al Besamanos «para pedir a la Virgen que aude a mi mujer, que está estudiando oposiciones para trabajar ar en un centro de menores».

María Antonia Palazón y Consuelo Cervera, vecinas de Alfarp, con abanicos y sombreros ante las altas temperaturas. LP

«No entendemos por qué no ponen el toldo, ya han atendido lipotimias»

Un año más, los asistentes al Besamanos de la Virgen han tenido que aguantar temperaturas de cerca de 30 grados en las horas centrales del día y «esto no hay quién lo aguante porque llevamos en la cola desde las 9.30 horas y tardamos más de dos horas en poder entrar a ver a la Mare de Déu», explican María Antonia Palazón y Consuelo Cervera, vecinas de Alfarp.

Las dos aseguran que han echado el falta el toldo «que hace años se desplegaba en la plaza de la Virgen. Es necesario que hagan algo para días como estos porque no se puede aguantar el calor y la Curz Roja ya ha tenido que atender a gente porque ha habido lipotimias».

Para sobrellevar este tiempo de espera, María Antonia y Consuelo han acudido a la cita con abanicos y con sombreros.

También considera necesario poner el toldo o zonas de sombra Consuelo Ferrer, de Bétera. «vengo al Besamanos a ver si me concede la Virgen un trabajo de dependienta, en una fábrica o de cocinera». Y añade que lo «que no puede ser es que haya temperaturas altas y no opngan una zona de sombraje. Esto es difícil de aguantar».

No hay que olvidar que en 2023 el entonces alcalde Juan Ribó ya dijo que difícilmente se iba a poder desplegar más el toldo de la Virgen porque con momentos de viento fuerte podía producir desprendimientos en el patrimonio de la Basílica o en la finca donde se sustentaba. Entonces se habló de la alternativa de poner sombrajes como en la plaza de la Reina, pero nada más se supo de ello.

Entre los asistentes también había turistas, que tras conocer que se exponía la Virgen, se han sumado a la cola. Entre ellas estaba Graciela Urriete, que vive en Cataluña «pero hemos visto que estaba el Besamanos y he querido que mi hijo, Samuel, de año y medio, venga a ver a la Virgen».

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Mari Paz Serrano, vecina de Massamagrell, explica que todos los años «hago la romería el fin de semana de la fiesta de la Virgen, pero como este año no pude, he venido al Besamanos porque soy muy devota de la Virgen».

Mientras los devotos han ido accediendo a la Basílica y han pasado estampas y pañuelos por el manto de la Virgen, Juan Melchor Seguí y Álvaro Almenar, rector y vicerrector de la Basílica han participado en el rezo del Rosario.

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En la plaza de la Virgen durante toda la mañana y hasta que pase el último devoto, los Seguidores de la Virgen y la componentes de la Corte de Honor de Virgen están con sus clásicas paradas donde venden pulseras, bolígrafos y estampas de recuerdo que sirven a los donantes para ayudar a las causas de la Fundación Maides.

A por el récord desde la mañana

En cuanto al ritmo de asistentes, el presidente de los Seguidores de la Virgen, José Luis Albiach, detalla que a las 13 horas «ya pasó un 12% más de gente que el año pasado porque hay que recordar que a primera hora de la mañana llovió y eso retrasó en 2023 las visitas. Hasta las 13 horas han pasado más de 12.000 persona y a las 17.30 horas la cifra ya ha aumentado a los 22.523 participantes».

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A las 20.30 horas la cola sobrepasaba la plaza de la Virgen y llegaba a la calle del Miguelete y, en el caso de la zona habilitada para padres con bebés, la espera rodeaba la fuente dedicada a las acequias de Valencia.

A lo largo de todo el día, «está previsto que pasen entre 35.000 y 40.000 personas, ante la Mare de Déu, entre los que ya han desfilado numerosos niños, acompañados por sus padres, bebés, recién nacidos y ancianos. Seguro que habrá récord porque está viniendo mucha más gente que otros años«, según describe Albiach.

En la pasada edición fueron 26.000 los devotos que se acercaron al Besamanos y este año esperar superar la cifra. «En el pasado año la úñtima persona que entró en la Basílica fue a las una y cuarto de la madrugada y este año esperaremos hasta que pase el último».

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