La Virgen de los Desamparados más fallera

La Virgen de los Desamparados es valenciana. Y la Virgen de los Desamparados es fallera. Cada día demuestra lo primero y cada marzo con la llegada de la fiesta grande de Valencia lo segundo. Y en la ocasión que brinda 2023 es y va a seguir siendo especial. En el año del Centenario de su Coronación se muestra más fallera que nunca.

Su vinculación a la fiesta y con ella a cientos de miles de fieles, más allá –que es ir muy lejos– de traducirse en un sentimiento y en estos tiempos que corren en un extenso fondo de pantalla virtual, se ha convertido también en ninot. Pero eso sí, en un 'ninot' de excepción que desde esta mañana ostenta la categoría de objeto del Museo Mariano (MUMA) que la capital del Turia dedica a su patrona.

Esa Mare de Déu con el lema 'S'ampara baix ton mant' que se muestra rodeada de niños –los inocentes– que para las pasadas fiestas falleras moldearon los artistas Ceballos y Sanabria como parte del monumento de la comisión plaza de La Reina ya forma parte de la exposición permanente del MUMA.

El ninot, término entendido en su más afectuosa acepción, se mostrará «en la sala más contemporánea del museo», ha explicado María Ángeles Gil, directora del espacio.

Ello significa que esa Virgen que los artistas falleros concibieron «recostada hacia un lado como símbolo de humanización, de acercamiento al pueblo», señalaron los artistas, será objeto de admiración de los espectadores del MUMA junto a pinturas de José Benlliure, entre otros artistas, impresionantes capotes taurinos de paseo y muy cerca del homenaje cerámico a la Escolanía.

Esta Mare de Déu tan fallera ha llegado a las instalaciones museísticas acompañada del presidente de la comisión, Luis Gómez, y de Carmina Ortiz y Jaume Hernández, representantes infantiles que han entregado la pieza. Este acto ha puesto la guinda a los acontecimientos del pasado marzo, cuando los representantes de la Basílica propusieron que la Virgen realizada para el concurso del ninot indultat se salvara del fuego aunque no resultó la ganadora. La propuesta de la Basílica recibió la aprobación «por unanimidad» de la junta directiva de la comisión la misma noche de la cremà, según Luis Gómez. Sólo quedaba que la Mareta ingresara en MUMA. De haber ganado el concurso «habría ido al Museo del Artista Fallero. Quedamos segundos», ha recalcado Gómez. De ahí el carácter excepcional de su indulto.

Que esta Virgen tan fallera haya encontrado casa en su museo ha recibido de los artistas la consideración de un hecho «providencial».

Juan Melchor Seguí, rector de la Basílica, que también ha asistido al acto, habla de «milagro» para referirse a la sucesión de acontecimientos que han llevado el precioso ninot al MUMA.

El rector se ha mostrado agradecido. Las declaraciones a este periódico dan fe de la condensación de sentimientos en torno a la devoción mariana por excelencia de los valencianos que encerraba la llegada al museo de la Virgen de Ceballos y Sanabria: «Las Fallas están muy unidas a la Virgen. Hay una estrecha vinculación y fue un clamor pedir que la salvaran», según el rector. Aquella Mare de Déu tan bonita que formó parte del monumento fallero de la Plaza de la Reina en las Fallas 2023, ese al que tantos se acercaron porque no se lo querían perder, y quién sabe si hasta le lanzaron agradecimientos y solicitaron favores seguirá a la vista. Desde ahora recibe en el Museo Mariano, junto a la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

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