-k1gG-U2207539309560PE-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
-k1gG-U2207539309560PE-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
La vida de Antonio Cidoncha - o, al menos, en el momento en el que comienza la narración- empieza con un fallecimiento, el de su padre ... cuando él tenía 13 años de edad. Recuerda cómo le quedó un miedo terrible a la muerte, a que le diera un infarto como le ocurrió a su padre, así que decidió que tenía que empezar en ese momento a hacer realidad todo lo que en su mente de adolescente había imaginado. Montar una empresa y llevar el apellido de su padre lo más alto posible, ese fue el inicio de Antonio Cidoncha a sus 19 años. «Yo les digo siempre a los jóvenes emprendedores que en la vida tienen que tener objetivos, eso sí, medibles y alcanzables en el tiempo, sinó serían deseos», asegura Cidoncha, mientras probamos varias cocas en uno de los restaurantes de Valencia donde sirven una materia prima que ha evolucionado al mismo tiempo que este empresario de Dénia.
Que sabe lo que es caer y levantarse. Que ha pasado de hacer las cocas en el horno de la cocina de su casa, a tener una producción que supera los tres millones de unidades al año, que se ha convertido en un referente de los productos que definen la gastronomía de la Marina Alta, llevándolas a grandes superficies y también a la restauración en todo el territorio nacional.
Porque su objetivo siempre fue hacer cocas y venderlas, seguir los pasos de su padre y llegar donde él no lo pudo hacer. «Pero no me llegó a enseñar cómo se hacían y la clave fue mi madre». Así que ahí estaba aquel adolescente, que cada verano iba al horno de unos amigos de sus padres para hacer pruebas de cocas. «Mi madre me pelaba los tomates, las berenjenas… y me ayudaba. Me explicaba cómo hacerlo, pero mi mente iba más allá. Si se hacen bases de pizza, ¿por qué no bases de coca? ¿Por qué no congelar?». Incansable. Con un objetivo claro. «Me marqué una estrategia, situarme en el mundo del congelado, hacerme autónomo, comprar un camioncito, hacer productos de pan y bollería, e ir a ferias. Cuando tenga una cartera de clientes me montaré una fábrica». La gente le decía: «Tú estás loco». Pero Cidoncha usaba una fórmula que le ha servido todos estos años: constancia más constancia es igual a éxito. «Ves a por tu idea, con humildad, trasparencia, responsabilidad, formación y lo conseguirás», es lo que les dice a los jóvenes, a los que da charlas de emprendedurismo en universidades y escuelas de negocios. Donde es, además, alumno, que encadena un máster tras otro, porque él no fue a la universidad en su día, así que de mayor decidió que ese sería otro de sus objetivos, invertir en formación continua.
Pero Antonio Cidoncha no lo ha tenido fácil, porque «cuando llega la crisis financiera en el 2008, la facturación superaba los 1,8 millones de euros y tenía cerca de 30 empleados, todo el proyecto se derrumba. Yo tenía cafeterías, una distribuidora y estaba iniciando el proyecto de fabricación de bases de cocas. «Me arruiné». Pero decidió no tirar la toalla. Salió adelante pese a vivir momentos muy complicados. «He padecido mucho». Tuvo que pagar un peaje muy caro, porque Antonio Cidoncha ya era un empresario conocido en La Marina Alta, alguien a quien habían dado premios, que había logrado el éxito. «Siempre hay detractores… ¿qué hace un chico tan joven de padres andaluces haciendo cocas? Pero al mismo tiempo me encontré con otros empresarios que me apoyaron. ¿Quién no lo ha pasado mal?» Y salió adelante al mismo tiempo que impulsó en el 2010 una Asociación de Jóvenes Empresarios en la comarca de La Marina Alta para compartir sinergias, inquietudes y ayudarse en una situación tan difícil para la mayoría en ese momento.
En estos años, Antonio Cidoncha ha conseguido situar la empresa entre las tres primeras de la provincia de Alicante en el sector de fabricación de pan y productos frescos de panadería, se ha convertido en líder de fabricación de cocas a nivel nacional y un referente como industria alimentaria en la comarca de la Marina Alta. «Hemos ido mejorando la receta e incrementando la diversidad de productos (Cocas rellenas, panes de coca, diferentes formatos de bases de cocas para la hostelería y, recientemente, el Pepito).
Y si algo no ha dejado de hacer en toda su trayectoria es implicarse a nivel social. Antonio Cidoncha pertenece a varias asociaciones y grupos empresariales, como el Club de Empresas del Levante UD, la asociación CEDMA -integrada en la CEV-, el Círculo de Directivos de Alicante, la Fundación Dénia, Jovempa o la Filà Walies, de las fiestas de Moros y Cristianos de Dénia, donde comparte charlas y vivencias con otros empresarios del municipio.
Una de sus satisfacciones más grandes la ha podido vivir estos días, ya que desde el Levante UD, el club al que sigue desde joven, le han pedido que forme parte del consejo consultivo que se ha reunido por primera vez esta semana. «Es todo un honor», asegura emocionado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.