Feliz año a todas y todos. Ya he cumplido el primer propósito que me había planteado este año: hacer lo que debo hacer. Parece fácil, pero tal vez sea uno de mis deseos más complicados. Mi espíritu distraído, mi extraña relación con la perseverancia y ... la constancia, sumado a mi tendencia a querer llegar a todo cuando sé que es materialmente imposible, y mi carácter inquieto, me lo ponen muy difícil. Sin embargo, también me animan a cambiar. Lo mejor es empezar haciendo lo que debo: felicitaros y reflexionar. Lo primero que pensé ante este folio en blanco fue hacer balance de los propósitos que os compartí el año pasado. Seré sincero y justo conmigo mismo, y con vosotras y vosotros: soy más de despropósitos que de propósitos. Al menos, con la edad, me enorgullezco de haber cumplido algunos de ellos, tanto de mis propósitos como de mis despropósitos. Con este subidón que da el trabajo bien hecho, os lanzo mi lista de propósitos para un año que ya nos alumbra. Un año que, aunque haya nacido desde el barro, la desesperación y la indignación, o que haya acabado en medio de la crispación de los inútiles frente a la solidaridad de los útiles, puede que nos haga mejores. Pero no debemos olvidar, como bien dice mi hermana Cristina, que 'mejor' es el superlativo de 'bueno'. Sobran más palabras: si no eres bueno, no podrás er mejor.

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Aquí van mis propósitos, algunos no cumplidos y, por lo tanto, repetidos:

1. Comprometerme más sin dejar de ser yo.

2. Bailar lento entre la música rápida.

3. Leer a los clásicos, ya sabéis: Vázquez Montalbán, Rosa Tovar, Santi Santamaría, Pau Arenós, Almudena Ortuño, Jorge Alacid, Jesús Trelis…

4. Beber mejor, que no significa beber más.

5. Besar lento.

6. Ayudar más a quien lo necesite, o a quien lo pida, sin preguntas.

7. Abrazar, abrazar y abrazar.

8. Conciliar y trabajar en la conciliación para mis equipos.

9. Formar a mi gente. Y a tu gente.

10. Pedir perdón más veces.

11. Pedir permiso, pero solo de vez en cuando (léase el anterior).

12. Creer en el consenso como camino de unión.

13. Seguir bailando, esta vez más pegado.

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14. Ver más amaneceres.

15. Ver más amaneceres contigo.

16. Cuidar más.

17. Amar más.

18. Trabajar por la igualdad y la inclusión.

19. Ser más sostenible.

20. Pelear honorablemente.

21. Ser más coherente con lo que digo y con lo que pienso.

22. Hacer lo que pienso y pensar lo que digo.

23. Seguir aprendiendo.

24. Seguir enseñando.

25. Seguir.

Y hasta aquí mi lista de propósitos para este 2025, con un deseo por encima de todos, que no es propósito, ya que es imposible: pidamos tener dirigentes justos, padres felices, sueños posibles, amaneceres en compañía, comida y techo, cielos despejados, lluvias justas, vientos calmos y noches llenas de luz. Sé que son deseos, pero el deseo empieza en ti y en mí.

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Reflexionemos.

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