El bar con un famoso cremaet que sirve almuerzos en cuatro idiomas

Para él son claves para su negocio el buen servicio y la calidad. "Procuro no comprar ningún producto industrial, solo el ajoaceite porque Sanidad prohíbe hacerlo, pero el resto de salsas e incluso los rebozados que utilizamos son de elaboración propia", explica.

Fruto de ello son los bocadillos que conforman el esmorzar de este bar de Barxeta. Uno de los más demandados es el de chipirones. "Uno de nuestros secretos es que los limpiamos muy bien, incluso cortamos los tentáculos y eso lo valora el cliente", subraya Bibiano. También el de sepia rebozada, "la masa del rebozado lo hacemos nosotros". El tercero en el ranking es el de lomo adobado con salsa, "que preparamos con tomate y pimientos rojo y verde, todo triturado sin llegar a emulsionar". Si no lleva salsa, también se le puede añadir verduras de temporada y de la zona, como el ajo tierno de Xàtiva, además de champiñones.

El de tortilla de ajos tiernos también es muy demandado, así como la de alcachofas, que ahora es, además, la temporada. "Jugamos mucho con los productos de temporada, primero porque son más frescos y segundo, por el precio". Y es que en este punto los hortelanos del municipio y los productos de proximidad son fundamentales.

No puede faltar el bocadillo con el producto más internacional de Barxeta: el queso fresco de elaboración artesanal, "lo piden mucho a la plancha". Pero si importante es el ingrediente del interior, el pan es también fundamental para completar un buen bocadillo. "Nos lo traen diariamente del horno Pascual, de Llocnou d'En Fenollet, horno tradicional de toda la vida. No utilizamos congelados".

El entrepà es el elemento principal del almuerzo, pero éste se acompaña además de un plato de olivas y encurtidos, un plato de cacauets, otro con una pequeña ensalada (tomate, cebolla, pepino...), una bebida y para rematar, su famoso cremaet. El cremaet de Bar El Cordobés también es muy conocido: "Me lo he currado y he conseguido la proporción idónea de alcohol y café para que la separación se vea al 50%. Eso se consigue dando densidad con la cantidad justa de azúcar", explica Bibiano.

Como se indicaba al principio, el buen servicio es uno de sus principios y eso está en atender a los clientes como se merece. Por ello, en este bar no sólo se habla en valenciano y castellano, sino que también atienden en inglés y alemán. Este servicio plurilingüe se debe a que entre sus clientes hay también extranjeros, entre los que viven la zona y los turistas que se acercan. A pesar de no estar ubicado en un lugar céntrico, su fama hace que los fines de semana sea visitado por numerosas pandillas de ciclistas que hacen parada en su ruta para degustar y coger fuerzas con este suculento almuerzo.