Bocados artesanales para degustar en una playa de interior con bandera azul

Dos años lleva abierto allí el chiringuito Grupo Playa. «La concesión nos la dieron una semana antes de que Playamonte obtuviera la bandera azul. Fuimos  nosotros los que apostamos por Navarrés antes de contar la distinción», deja claro el gerente, Ignacio Torregrosa, del Grupo Gastro, un grupo que establecimientos que tiene su sede en otro pueblo de la Canal de Navarrés, en Anna, y sus raíces en la carnicería tradicional de la que es quinta generación.De hecho, parten de la experiencia de contar ya desde hace varios años con otro chiringuito junto a la Albufera de Anna, el Gastro Lago, que es lo que le avala.

Esperan que este año les vaya igual de bien. «La respuesta de la clientela fue  muy buena y creo que la clave está en dar un buen producto y servicio», subraya e insiste en que toda su oferta gastronómica es artesanal. La idea es, asegura, no parecerse al típico chiringuito de playa y dar valor a la comida que ofrecen.

«Cuidamos mucho el producto. Nuestra apuesta es que aquello que se come la clientela  sea de primer nivel. No utilizamos productos precocinados y tampoco congelados. Lo elaboramos nosotros porque gran parte de la materia prima proviene de nuestra carnicería propia y nuestros embutidos y cada plato lo confeccionamos al gusto del cliente», apunta.

El Chiringuito, a los pies del lago de Playamonte, cuenta con una terraza con capacidad para cien personas. Abre todos los días de la semana los meses de julio y agosto, con un horario que se inicia a las 11 de la mañana y que finaliza cuando se va el último cliente.

En la carta ofrecen tapas, bocadillos y hamburguesas. Entre las tapas Ignacio destaca el salteado de chorizo, elaborado en la carnicería propia; esgarraet, ensaladilla o bravas, «pero con productos de la tierra, ninguno congelado».

Las hamburguesas también son de elaboración propia. Las especialidades son las de carne de ternera y buey, que llevan cebolla caramelizada, pero que puede completar el cliente a su gusto. «Nuestra materia prima es la carne y luego el cliente puede elegir los complementos, bacon, huevo...», asegura.

En lo que especta a los bocadillos, el que triunfa es también el que tiene como ingredientes sus productos cárnicos: el 'blanco y negro', de longaniza y morcilla. Aunque, al igual también están a disposición de los clientes para ofrecerles el que más les guste, siempre con «productos frescos y de proximidad».

Pero como cualquier chiringuito, en pleno verano, en la carta no puede faltar la bebida por lo que a la siempre demandada cerveza, los refrescos o el tinto de verano, no pueden faltar los cócteles, perfectos para media tarde o después de la cena, disfrutando del confort de estar en plena naturaleza. «No destacamos ninguno, los clientes piden y nosotros lo elaboramos», manifiesta Ignacio.

Una oferta alternativa para los que huyen estos días de las costas y prefieren disfrutar de la gastronomía, del agua y del verano en la naturaleza.