Los bocadillos clásicos de un templo del almuerzo se convierten en paella

«Hace unos seis meses decidimos abrir los fines de semana a medio día y seguir compartiendo la cultura valenciana con esta experiencia que está gustando mucho», explica Sergio Santamaría. De esta forma, el famoso 'brascafuà', la versión propia de la Mesedora de la típica brascada, se convierte en arroz con ragú de ternera, foie fresco y coronado por una salsa de vino tinto. También dejan el pan fuera, sólo a medio día, el 'terra' y el 'cacau d'or', otros dos bocadillos favoritos en la carta de la Mesedora. Así se transforman en un arroz con figatells y salsa cítrica (terra) y otro con una base de arròs del senyoret , con emperador, brotes de mostaza y con el punto crujiente de la sal cacau d'or.

«Somos de domingo de paella y mantener la cultura valenciana pero modernizarla. Así que a partir de unas jornadas gastronómicas decidimos sumar los arroces a la carta y estamos muy contentos con el resultado», comenta uno de los responsables de este restaurante de Algemesí. La Mesedora sigue buscando, al igual que con sus almuerzos, ofrecer una experiencia diferente respetando la tradición de ahí a que se mantengan los sabores típicos que todos reconocemos.

Este restaurante de Algemesí, que en poco tiempo se ha convertido en uno de los templos modernos de los almuerzos valencianos, abrió sus puertas en marzo de 2020, tan sólo unos días antes del confinamiento por el Covid-19. Un momento crítico para el sector hostelero pero que los hermanos Santamaría supieron aprovechar para situarse en el panorama gastronómico.

«En ningún momento nos planteamos tirar la toalla. Decidimos hacer lo que fuera para sobrevivir y aprovechamos para hacer mucho marketing, una gymkana por el pueblo para dar a conocer el restaurante», recuerda Sergio que decidió volver de San Sebastián para abrir en su pueblo, junto a su familia, un nuevo negocio.

Un establecimiento que tiene un leitmotiv, el 'comboi', y que es la base del manifiesto de la Mesedora donde se destaca que «aquí somos de charlas entre amigos y comboi, no de comer rápido y en silencio». Un comboi que nace del propio equipo y que es esencial para que se respire un excelente ambiente en todo el local. «El equipo es muy importante y el comboi también está de puertas para adentro, con buena gestión y buenas condiciones», remarca uno de los responsables de la Mesedora.

Con esta filosofía y el buen hacer de la cocina con bocadillos y platos únicos se ha pasado de tener ocho trabajadores a 20 en la actualidad y contar con el reconocimiento no sólo de los clientes si no también de los críticos al ser los ganadores del Cacau d'Or.