El bolo de garrofera, el hongo que sabe a pollo

Al inicio del otoño, en los troncos de los algarrobos crece un hongo (laetiporus sulphureus) conocido como pan de lobo, bolo de garrofera o pollo de los bosques. El bolo de garrofera es muy apreciado en algunas zonas de la Comunitat Valenciana, aunque es un hongo desconocido en otras zonas de España. Un hongo difícil de encontrar, está muy limitado a esta época del año y con la peculiaridad culinaria de que su sabor recuerda mucho al del pollo. En la Comunitat Valenciana se halla en zonas de algarrobos.

Al bolo de garrofera le favorece que el año haya sido lluvioso, y este 2022 lo ha sido, y brota para anunciar la llegada del otoño. En los pueblos del interior de la Comunitat, donde hay plantaciones de algarrobo, empiezan a aparecer bolos de garrofera de gran tamaño por estas fechas. No salen todos los años ni en el mismo lugar del árbol. Son muy apreciados porque no son fáciles de encontrar y en muchas ocasiones el hallazgo es casual. En localidades como Chiva o Sant Joan de Moró se están cogiendo estas semanas.

Los bolos de garrofera son fáciles de reconocer. Están adheridos al tronco del árbol y su color es amarillento o anaranjado. Cuando se hace adulto se vuelve más blanquecino. Es visible por su forma de abanico, está compuesto por crestas superpuestas. ¿Es comestible? Sí, aunque se recomienda que se cocinen ejemplares jóvenes, cuando el ejemplar está tierno. En internet hay varias recetas sencillas para su elaboración.

El bolo de garrofera se puede aplicar a varias recetas. Se lava, se trocea a tiras y se sofríe en aceite con ajo. Hay quien lo usa para hacer tortillas o lo mezcla con tomate frito. Incluso se puede usar en arroces.

 

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