Los pasillos de la feria Mediterránea Gastrónoma eran muy distintos al día de su inauguración el pasado domingo. Nada más poner un pie en el pabellón, que este año se ha ampliado considerablemente, centenares de chaquetillas blancas inundaban el espacio. Hordas de estudiantes de hostelería ... se acercaron ayer hasta Feria Valencia para conocer de cerca los platos que se están cocinando en los mejores restaurantes de la Comunitat. Pero la oferta no se quedó ahí, ya que también había una amplia variedad de maquinaria especializada. Para estos futuros cocineros era como estar en una tienda de juguetes de 20.000 metros cuadrados.
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La actividad era frenética desde las diez de la mañana. Mientras se encendían las brasas del escenario principal para que los mejores asadores de España comenzarán a desfilar por allí para explicar tipos de leñas o maduraciones de la carne, en otro espacio el cocinero Raúl Resino ya preparaba sus bártulos para mostrar el rancho marinero de los antiguos pescadores. Y todo ello mientras en la plaza activa arrancaban los concursos de nuevos talentos y en las barras gourmet salían a un ritmo frenético las tapas que preparaban Lienzo, Atalaya, Casa Pepa, Mujeres en Gastronomía y el asador adhoc tripulado por Señuelo y Arcecarne.
Los estudiantes de hostelería seguían móvil en mano inmortalizando los escaparates diseminados en dos enormes pabellones. Freidoras, hornos con más botones que una nave espacial, ingredientes de todo el mundo, chuletones de cualquier tamaño, las sobrasadas monumentales del charcutero mallorquín Xesc Reina o máquinas para amasar se han colado en sus galerías de fotos.
Los hornos del espacio Pan de Verdad se encendieron para recibir los panettones y focaccias del Club Richmont Italia ante un público que abría bien sus fosas nasales para no perderse los aromas de las masas recién cocidas.
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Las catas, indistintamente si eran de vino o whisky, también se han erigido en otro de los grandes éxitos del certamen, ya que todas las que se han organizado han recibido un lleno total como respuesta.
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando el cocinero Quique Dacosta entregó a Jaume Subirós, referente de la vanguardia catalana, el premio 'Uno de los Nuestros', que reconoce la trayectoria de grandes profesionales de la gastronomía.
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Las 'chaquetillas' seguían absorbiendo cuanto veían y de tanto en tanto lanzabas miradas de admiración cuando se cruzaban con los estrellados Ricard Camarena, Luis Valls, Berd Knöller, Miquel barrera o Raúl Resino, que no han querido perderse la fiesta de la gastronomía valenciana.
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