Un chef alicantino de prestigio, al rescate de un restaurante de Paiporta

«No podíamos quedarnos quietos y hemos ido muchos domingos a ayudar a limpiar con las katcher, en mi pandilla hay un amigo que es de Paiporta y por eso teníamos muchos contactos y sabíamos dónde ir a ayudar», explica Pablo Montoro. Pero tras el primer momento el chef buscó la manera de seguir echando una mano y lo hizo de la manera que mejor sabe, desde la cocina. En este caso, volvió a recurrir a su amigo para contarle la idea de hermanarse con un restaurante de la zona para ayudar en su reconstrucción y así llegó a la vida de Víctor y el Sensum, informa todoalicante.es.

En aquel momento el local estaba destrozado. Montoro explica que la fuerza del agua arrancó la cocina, los muros y la fachada, pero también incluso la campana extractora industrial. Así que tras la riada Víctor y su familia se quedaron sin nada. «Hemos llegado allí con todas las personas que hemos podido agrupar y podían ayudarnos, arquitecto, aparejador, diseñadora de interiores, mi jefe de cocina está ideando alguna nueva receta y reorganizando la cocina», afirma Montoro. Y es que en el Sensum hay que hacerlo todo de nuevo y el trabajo es ingente.

De momento este equipo de voluntarios han empezado rediseñando entero el local, haciendo planos, organizando la cocina, la sala o el 'office' del restaurante. Para empezar las obras habrá que esperar a que todo esté limpio y seco pero el chef alicantino espera que para abril o mayo el Sensum pueda abrir de nuevo sus puertas.

«Ellos están muy contentos de ver que hay gente que se ha volcado y les están ayudando, lo ven también como una segunda oportunidad para ser más profesionales», explica Montoro. El cocinero reconoce que el Sensum ya contaba con una buena carta de arroces y paella valenciana, una carta tradicional pero con algo de fusión y sobre todo su equipo estará allí para ayudar con nuevos escandallos, alguna receta y propuestas para agilizar procesos. Si todo va bien, el restaurante abrirá sus puertas para primavera, tras unos trabajos que Montoro valora en más de 250.000 euros, una pequeña parte de la factura económica que la dana ha dejado en las zonas más afectadas de Valencia.