Coca de Sant Joan: una tradición irresistible

La Coca de Sant Joan es un patrimonio gastronómico de primer orden en la costa mediterránea y su número de seguidores no para de crecer. En sus obradores, pasteleros y panaderos de Valencia vuelcan su tradición artesana para potenciar un producto con siglos de historia.

Su consumo va unido a la festividad de San Juan (de ahí su nombre), aunque lo cierto es que varias semanas antes los valencianos ya comienzan a solicitar este producto de temporada.

Una de las claves del éxito es que hay una enorme variedad de cocas de Sant Joan para todos los gustos. Tanto es así que las hay dulces y saladas, pocos platos en la cocina pueden presumir de tal éxito. Eso la convierte en un producto muy versátil que sirve como plato principal o para tapear o como postre: así de completa y variada es la Coca de Sant Joan.

Una de las más conocidas está rellena de atún –coca 'amb tonyina'– y se suele comer con brevas. La variedad se extiende a las cocas de 'recapte' –con gran variedad de productos salados– llegando a las cocas dulces con crema y gran variedad de fruta fresca.

Desde el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, con la colaboración de la Diputación de Valencia apostamos por valorar, cuidar y potenciar nuestro patrimonio gastronómico. Ambas instituciones ponemos en valor el esfuerzo de nuestros maestros panaderos y pasteleros por mantener viva una tradición culinaria de la que nos sentimos orgullosos.

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