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¿Dónde comer un domingo en Valencia? La conciliación ha llegado a la hostelería

Han sido los chefs con estrellas los primeros en decir basta a los horarios imposibles del sector. Tras la pandemia, los hosteleros entienden que la sostenibilidad también pasa por cuidar al personal

Viernes, 9 de junio 2023, 01:50

La pandemia detuvo la hostelería en seco. Bares y restaurantes bajaron la persiana y sus propietarios se encontraron con dos cosas que hasta ahora se ... le resistían: disfrutar de la familia y tener tiempo para pensar. Este punto de inflexión ha llevado a muchos locales a hacer algo impensable hace años, sobre todo en un mundo en el que los horarios se eternizan de la misma forma que las sobremesas con gin tonics: cerrar los domingos, justo uno de los días que más clientela para por sus mesas.

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Una de las primeras en tomar esta drástica decisión fue Begoña Rodrigo, del restaurante La Salita. Esta cocinera pertenece a esa vieja escuela en la que el reloj sólo se miraba para cuadrar las recetas. Las jornadas se alargaban hasta la extenuación y cualquier atisbo de conciliación era una quimera. No era difícil ver a Rodrigo de madrugada adelantando las elaboraciones cada vez que tenía un congreso al que acudir. Pero todo eso ha pasado a mejor vida. La chef optó por dar descanso ese día a su personal. Su nuevo emplazamiento en un edificio histórico en Ruzafa con un amplio jardín le ha permitido no desaprovechar ese domingo desde el punto de vista económico, ya que sólo esa jornada y el sábado levanta la persiana L'Hort al Nu, un restaurante de producto en esa misma terraza pero formado por un equipo distinto al de La Salita.

Desde que Vicky Sevilla decidió abrir su restaurante Arrels tenía una cosa muy clara: esta profesión no le iba a obligar a elegir entre la familia o el trabajo. Pese a juventud, esta cocinera galardonada con una estrella Michelin quería dejar atrás esa vida de horarios interminables en los que doblar turnos era una practica habitual. No le tembló el pulso a la hora de decidir que el domingo, el día que más factura, iba a bajar la persiana para disfrutar de su mujer y su hijo. Pero no sólo ella, porque considera que cuidar a su equipo es algo primordial para poder optimizar el trabajo al mismo tiempo que se concilia con la vida familiar.

Conciliación y sostenibilidad

Uno de los cocineros que ha llevado la conciliación a cotas más elevadas es Ricard Camarena. El chef biestrellado de Barx abandera desde hace tiempo la bandera de la sostenibilidad, un trabajo que le ha valido la estrella verde que entrega la guía Michelin. Pero él no ha querido detenerse sólo en los procesos para aprovechar al máximo los productos que cada día llegan a su restaurante, sino que ha incluido también en esta ecuación a su personal. Para Camarena, la sostenibilidad no sólo implica lo que se cocina, sino que el equipo humano debe tener un papel importante. Para poder llevar adelante sus propuestas gastronómicas necesita personal que perdure en el tiempo, y eso sólo se consigue con unas condiciones laborales sostenibles. Por ello, su local ubicado en Bombas Gens sólo abre las noches del miércoles y jueves y los viernes y sábado en jornada completa. El resto de días las puertas permanecen cerradas. Toda una declaración de intenciones.

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Desde que Vicente Patiño abrió Saiti sabía que los domingos iban a estar dedicados a la familia. Ese axioma lo lleva tatuado en su cerebro y de ahí no lo mueven. Además, para dar descanso al personal las noches del lunes y miércoles el restaurante permanece cerrado y posibilitar así la conciliación. Pero el cocinero de Xàtiva ha ido más allá y es de los pocos que ha adelantado el horario de cocina nocturno para que las noches no se eternizaran con sobremesas interminables. Además, se vio en la obligación de cerrar Sucar, su restaurante de cocina tradicional que estaba pegado a Saiti y que funcionaba bien. El motivo no fue otro que ganar horas al reloj para estar junto a su mujer y sus hijos.

Bernd Knöller disfruta mucho en la cocina del Riff, pero también le divierte ir a otros restaurantes en familia. Eso es precisamente lo que hace los sábados y domingos, que es cuando este local con estrella Michelin permanece cerrado. Podría facturar más, lo sabe, pero para él hay momentos en la vida que no hay dinero que los pague, y es estar con los suyos.

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Pero no todos los restaurantes que cierran los domingos son de menús degustación. Hay otros, mucho más modestos, que también han querido que la conciliación sea una parte importante. Este es el caso del bar Casa Ramón en Puçol. Allí José Ramón, su propietario, abre cada día a las seis de la mañana para dar servicio a los trabajadores que madrugan. Tras la pandemia sigue levantando la persiana a la misma hora, pero decidió que los domingos eran sagrados para estar con la familia. Además, cierra el local todas las tardes después de dar el servicio de comidas e, incluso, el sábado ni eso, pues en cuanto acaban los almuerzos la persiana se baja. O el Marvi, que ha decidido incluso que el último servicio de la semana sea el viernes a mediodía. Después de comer cierran hasta el lunes.

Locales abiertos en domingo

Pero entonces, ¿qué locales hay abiertos si queremos disfrutar de una comida de domingo? La realidad es que son las zonas más turísticas donde el fin de semana hay unanimidad y se levanta la persiana. Por ejemplo, en la playa; comer en El Saler, Pinedo, Malvarrosa o Patacona es posible el domingo. También en El Palmar. Quizás el problema sea otro, el de conseguir una mesa sin reserva, algo que se ha convertido en un imposible.

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También en las zonas más céntricas de la ciudad es fácil encontrar lugares abiertos el domingo, esperando a esos turistas que pululan por El Carmen. Quizás sea más complicado cenar un domingo, porque incluso quienes abren el fin de semana reservan la noche del domingo, en la que suele haber poca actividad, para comenzar los días de descanso, que suelen ser a principios de semana.

Hay locales donde se han especializado en comidas y aperitivos familiares, donde casi que es religión acudir un domingo. Por ejemplo, el bar Ricardo o la Aldeana. O la marisquería Civera, que abre todos los días, a mediodía y por la noche, incluso el domingo.

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