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Almudena Ortuño
Jueves, 9 de marzo 2023
Las han comparado demasiadas veces; no se han dejado. Son dos mujeres con sus singularidades y diferencias, pero también con más similitudes de las que ... estarían dispuestas a admitir. La más obvia: ambas han estado al frente de la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana (AGCV). De hecho, fue la propia Cuchita Lluch quien animó a Belén Arias a formar parte del organismo, y desde entonces, su relación ha atravesado épocas mejores y peores -conato de academia alicantina de por medio-. Siempre han prevalecido el afecto, como se hace evidente durante esta icónica entrevista. En la semana más feminista del año, reflexionamos sobre el liderazgo de dos mujeres que, incluso sin pretenderlo, han salvado otra barrera en común: alzar la voz en un sector donde todavía predominan los hombres.
- ¿Cuándo empieza vuestra historia?
B - Nos conocimos hace ya trece años, y aquí seguimos igual de estupendas. El primer encuentro fue en La Taberna del Gourmet, con María José San Román.
C - En aquel momento yo era presidenta de la Academia de Gastronomía, y necesitaba ampliar la presencia de mujeres. Estaba en búsqueda de perfiles por Alicante: personas relevantes, con bagaje cultural y que sintieran amor por el sector. Y conocí a Belén.
B - Ella ya había coincidido con mi padre, pero esto fue totalmente casual. Al principio no estaba segura de hacerme miembro, pensé que para qué meterme en más follones. Recuerdo que me convenció 'El Xato', un día que bajé a comer a su restaurante.
- Y ahora que la presidenta es Belén, ¿vuestro discurso es de colaboración?
C- Totalmente, aunque Belén funciona sola. El único consejo que le ofrecí, cuando nos reunió en su casa para anunciar la presidencia, fue que debía ser ella misma. Tener su propio discurso y presentar un programa, saber lo que quería hacer y luchar por llevarlo a cabo. Pero vaya, como cualquier persona que se presente a un cargo.
- En una entrevista anterior para LAS PROVINCIAS, Belén declaraba: «Ella es muy conocida y yo soy una mindundi, todavía no me conoce nadie en este mundo.»
B - A ver, mindundi no es la palabra más adecuada. No me considero eso en ningún aspecto de mi vida. A lo que me refería, y me parece evidente, es a que Cuchita es más conocida, sobre todo en Valencia. Yo soy alicantina, y me he movido más por allí.
C - Lo que evidencia algo que yo siempre he combatido: la falta de vertebración.
B - Todavía es complicado que Alicante, Valencia y Castellón compartan un ecosistema en lo que a gastronomía se refiere. Sobre todo Castellón, nos está costando mucho.
- Tres cosas que admiréis mutuamente.
C - De Belén, la alegría, la fuerza de voluntad y esas ganas de luchar, de estar. Creo que es una persona con pasión y verdad, muy auténtica y muy transparente. La quieres o no la quieres. Me he reído mucho con ella, aunque hayamos tenido nuestros altibajos.
- ¿Qué altibajos han sido esos?
B - Nos han intentado malmeter desde el principio de los tiempos.
C - Belén era una persona con mucha relevancia en Alicante, al igual que su familia, y por eso contaba con muchas voces alrededor. Algunas, malintencionadas. La quisieron hacer presidenta de la 'República Independiente de Alicante' durante mi mandato…
B - Déjame que explique eso… A mí me llamaron con la propuesta y llegué a reunirme con Rafael Ansón -presidente de la Real Academia que centraliza el resto-. Siempre les respondía lo mismo: que me parecía muy bien, pero que primero tenía que hablar con Cuchita, porque yo estaba en la Academia por ella.
C - Es que me parecía desmontar lo que habíamos construido, debilitar la Academia y la vertebración. Es más bonito ser presidenta de toda la Comunitat.
- ¿Cómo se resolvió el entuerto?
B - Nos sentamos las dos a hablar en las escaleras de Vinícolas. Era verano, recuerdo el vestido que llevaba. Entonces se lo conté, ella me respondió que eso no se debía llevar a cabo y yo zanjé que no había nada más que hablar. Aparté la idea.
- Cuatro presidencias han transcurrido desde entonces, y la Academia ha atravesado una época de oscuridad, pandemia mediante. ¿Por dónde pasa la revitalización?
B - Nos estamos moviendo. Sobre todo, queremos tejer redes y ganar visibilidad. De ahí la recuperación de los premios, que algunos presidentes optaron por no entregar. Hace alrededor de un mes, celebramos una gala muy bonita, y además decidimos que fuera en Alicante. Otros retos son el rejuvenecimiento y la incorporación de más mujeres.
- Actualmente, la Academia cuenta con 43 miembros, ¿cuántas son mujeres?
B - Muy pocas, 9 o 10. Curiosamente, las dos únicas personas de Castellón son mujeres. Y acabamos de incorporar a una chica de 32 años. No paro de buscar, pero no es fácil.
- C - En mi época, éramos 4 mujeres entre 60 académicos. Ana Portaceli, que fue también presidenta; Rosa Lladró, Belén Juste y Mercedes González. Aunque curiosamente, tres de las siete presidencias han correspondido a mujeres.
B - Creo que se debe a que sigue costando tirar de la Academia. Está compuesta por muchos empresarios que no pueden prestarle atención plena. La presidencia requiere dedicación y tiempo, yo no la habría aceptado de no haberlo tenido. Y algo todavía más importante: ilusión. No sé como sería antes, pero ya le he hecho 50.000 kilómetros al coche…
C - ¡Pues era igual! Eventos, congresos, atención a medios… Y no teníamos AVE.
- ¿Opináis que el liderazgo femenino es diferente al masculino?
C- Absolutamente, sí. Las mujeres llevamos toda la vida creciendo en el rol de madres, esposas e hijas; se nos ha asignado el papel de cuidadoras, maestras y enfermeras. Al convertirte en dueña y señora de una empresa, tiendes a preocuparte por que la gente a tu cargo sea feliz. Por ejemplo, facilitando la conciliación con la vida personal.
¿Habéis afrontado el mandato desde la sororidad hacia las mujeres del sector?
C - Siempre. He intentado que las mujeres con talento brillasen al máximo.
B- Aunque pienso que hay sitio para todo el mundo. Para que brille la mujer no hay que pisar al hombre. Somos diferentes, y más que en la igualdad, creo en la equidad.
- ¿De dónde proviene vuestro amor a la gastronomía?
- B - De toda la vida. Con 19 años, mientras estudiaba en Inglaterra, tuve un novio japonés que era un gastrónomo. A los 23, conocí a Paul Bocuse , y aún recuerdo la pularda de Bresse. Y ya en Alicante, me marcó profundamente la figura de María José San Román, que es una de mis grandes amigas. Me gusta cocinar e investigar sobre los ingredientes, de ahí la microbiótica. Y soy muy fan de la nueva generación de cocineros: siento debilidad por Pablo Montoro.
C - Lo mío ya te lo sabes, desde siempre, desde mi padre. Llevo toda la vida comiendo.
- ¿Habéis compartido alguna comida simbólica juntas?
C - No…
B - En Altea, en mi casa. Ahí sí que nos hemos emborrachado -ríe-.
C - Bueno sí, y la de la escalera de Vinícolas, aún con todo el mal rollo.
- Vamos a terminar la entrevista…
C - Pero es que Belén no ha dicho las tres cosas que admira de mí… -bromea-.
B - ¡Pero, Cuchi! Venga, voy a decir una: la memoria - Ríen juntas-.
Una entidad fundada en juio 2004, dentro de El Alto de Colón, por diez socios. Entre ellos, Carlos Pascual, Pepe Amat, Ximo Maldonado y Vicente Rodríguez, quien fue designado el primer presidente. Se presentó oficialmente en el mes de septiembre, con una fiesta en La Sucursal. Desde entonces, su propósito siempre ha sido difundir la cultura gastronómica de la Comunitat. «Solo que ahora han evolucionado los canales y nos servimos, por ejemplo, de la redes sociales», afirma Belén Arias. Se caracteriza por el talante aperturista, que le conecta con la Real Academia de Gastronomía a nivel nacional, pero también aspira a vincularse con foros de otra ciudades. Un desafío más es la vertebración de Castellón, València y Alicante, como territorios autonómicos con un legado gastronómico común. ¿Qué hay que hacer para convertirse en académico? El primer paso es que alguien proponga la candidatura. A partir de ahí, se deben recabar tres avales más para que la propuesta pase a la Junta y, finalmente, se vote en Asamblea. Si la mayoría está de acuerdo, se consigue la membresía, que implica abonar una cuota. Los presidentes se designan por consenso, y son ellos quienes deciden si quieren presentarse, para lo que deben formar una Junta Directiva. Cuchita fue miembro desde el inicio y recibió la propuesta de Carlos Pascual y Vicente Rodríguez, muy amigos de su padre. «A mí me lo dijeron en junio de 202, y al principio no me quería complicar, pero acabé aceptando», relata Belén. Por orden cronológico, han sido siete: Vicente Rodríguez, Ana Portaceli, Cuchita Lluch, Sergio Adelantado, Manolo Rodríguez-Murcia, Rafa Poveda y Belén Arias.
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