Dones esmorzadores: al feminismo también se llega por el estómago

¿Puede ser el almuerzo (también) un espacio de empoderamiento femenino? Espero que después de conocer a Dones Esmorzadores no tengáis ninguna duda para responder esta pregunta.

25 mujeres se reúnen en un bar de Picanya. A poco más de 100 metros de la rambla destrozada del barranco del Poyo a su paso por este municipio de l'Horta Sud, y alrededor de una mesa, un domingo más, se dan cita algunas de las Dones Esmorzadores. La ubicación no es aleatoria. Las luchas son transversales y desde aquel fatídico 29 de octubre estar junto a las personas afectadas, en este caso, los hosteleros locales, es fundamental. ¿Quiénes son ellas? «Somos mujeres, esmorzadores, feministas y talentosas, cada una en su ámbito. Prima la sorodidad, que crea sinergias, aquí estamos una red de mujeres muy talentosas, cada una en su ámbito, y que son, o se van haciendo almuerzo a almuerzo, buenas amigas y, ¿qué hacen las amigas? que se ayudan y eso hacemos», explica Ana Torres. En la red social X es @Cocadepanses y, es la responsable de que una tradición valenciana como el almuerzo, se haya convertido en una reivindicación que desemboca, irremediablemente, en amistad.

«Mi marido y yo somos amigos de Paco Alonso (periodista e impulsor de la #culturadelalmuerzo así como del premio Cacau d'Or) al conocer y ser testigo en primera persona de todo lo que hace, le explico que creo que es necesaria una visión femenina y feminista de la historia», afirma Torres, quien añade: «Yo voy mucho a almorzar, es cierto que ahora han cambiado las cosas, pero hace diez años, igual iba a un local y era la única mujer. No es que hubiera una discriminación patente, en absoluto, faltaría más, pero es cierto que el ambiente era distinto. Así que le comenté a Paco que creía que podríamos hacer un poco de trabajo también en ese sentido. La idea le pareció fantástica y lo entendió perfectamente, me dijo: este proyecto es tuyo. Yo soy profesora de Secundaria y Bachillerato, y le comenté que tampoco tenía muchos contactos para empezar a hacerlo, así que me puso en contacto con mujeres muy interesantes, talentosas y almorzadoras. Y siempre pagamos». Ahí surgió la primera edición. Ahora son unas 30 mujeres las que ostentan el Cacau D'Or de les dones. Una réplica del cacau del collaret, es decir, de una vaina de un cacahuete de dos granos bañado en oro y que, además lucen con orgullo en llaveros o collares. No es para menos.

¿Quiénes son algunas de esas mujeres? Al final tenéis un listado más completo. Y, ¿de dónde son? de Valencia, Nules, Alaquàs, Enguera… .El almuerzo empieza con una arrancaora y finaliza con un cremaet. La experta en éstos últimos es Silvia Lacuesta, ella es celadora y hoy viste una camiseta, como Torres, y algunas más con el mensaje «A esmorzar», sobre un corazón. Majo Castillo es otra de ellas. Cuenta la mediadora en el Tribunal de Arbitraje Laboral de la Comunitat, la operación a la que se debe someter el próximo marzo a raíz de una lesión en el pie provocada en las tareas de limpieza tras la dana que arrasó uno de sus pueblos: Catarroja. El otro es Ontur, situado en la provincia de Albatera de donde es originaria. Pero en aquellos días oscuros, que a veces todavía lo son, también hubo mucha luz. «Vino a la Unió Musical de Catarroja (sociedad de la que es vocal) Luis Cobos, en representación de de la Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España, para realizarnos donación y darnos apoyo a las 32 bandas afectadas por la catástrofe natural», recuerda visiblemente emocionada.

No es fácil reunirlas a todas, en esta ocasión ha habido dos de ellas que no han podido acudir por compromisos de última hora, la escritora Carmen Amoraga o la interiorista y empresaria Noema Ortí. «Intentamos siempre quedar sábado o domingo porque es más fácil cuadrar las agendas, pero evidentemente es difícil». Lacuesta, Adela Martí e Isabel Cosme son tres de las más veteranas del grupo, recuerdan, en los primeros almuerzos organizados por Alonso, anécdotas en lugares emblemáticos como La Mar Salà de Cullera. A su lado, María González. Es su primer almuerzo con el grupo. Llegó a él de una manera atípica ya que, pese a ser un grupo abierto, normalmente, alguna de ellas invitan a otras amigas para que la red vaya creciendo. «Yo es que siempre he sido muy de almorzar, pero nadie de mi entorno lo hace, conocí este movimiento a raíz del libro de Paco Alonso y me pareció una oportunidad maravillosa para, al fin, disfrutar de esta tradición tan maravillosa», comenta González, quien reconoce que no recuerda en qué momento de su vida descubrió que era una esmorzadora nata.

A Torres, el almuerzo le lleva hasta su infancia: «Recuerdo con cinco o seis años que mi abuelo Felipe, yo vivía en una pedanía de Requena, me llevaba a pescar y luego a almorzar». También a algunos años después: «Recuerdo que cuando empecé a salir con mi marido, estábamos en Algemesí y mientras ellos almorzaban, las chicas estaban haciendo otras cosas, desde la compra hasta yendo a la peluquería o cosas así para estar bien para la noche que habíamos quedado todos juntos a cenar, es como que el almuerzo era un tiempo reservado para ellos». Pero esto, gracias a otras, a ella, ha cambiado.

Con el cremaet que aprueba Lacuesta no termina la jornada. Casi al final del almuerzo, cuando ya no quedaba ni rastro de los variados bocadillos que se han pedido ni el cacahuete de collaret (esta vez, por motivos ajenos a las comensales han fallado la ensalada y las aceitunas), ha llegado un comensal más, se trata de Josep Almenar, alcalde de Picanya. Explican las esmorzadoras que intentan hacer más que comer: «Buscamos siempre actividades como realizar rutas de senderismo, ir en bici, a algún museo… y en esta ocasión, a través de Laura Sena, que es periodista y que conoce al alcalde, vamos a ver un poco la huella de la dana, saber qué ocurrió y conocer el corazón de Picanya».

Pasan de las 14:30 horas y, antes de despedirse, anuncian que uno de los bares ubicados en la preciosa plaça del País Valencià, abrirá en unas semanas y que estarían, encantados, de recibirlas. Se despiden barruntando ya la próxima quedada, sin embargo seguirán en contacto a través de un grupo de whatsapp que les sirve, sobre todo, para tenerse las unas a las otras.

Algunas de las Dones Esmorzadores: Susana Gisbert (fiscal y escritora), Rosa Dominguez (periodista), Pilar Montesinos (maestra), Laura Ballester (periodista), Soledad Benegas (cantante e influencer), Regina Laguna (periodista), Raquel Esteve (ingeniera e influencer), Carmen Sendra (cooperativista), Ana Suria (enóloga), Alba Martínez (sector inmobiliario e influencer), Isabel Dolz (expresidenta Unió de Consumidors), Paz Lloria (catedrática de derecho penal UV), Araceli Munera (socióloga), Virginia Haba (periodista de tve), Ana Carrau (CEO y mentora de proyectos de innovación), Aina Gilabert (diseñadora gráfica), Silvia Lacuesta (celadora), Mª José Ferrer Sansegundo (concejal del Ayuntamiento de Valencia), Loreto Ochando (periodista), Pilar Bernabé (Delegada del Gobierno), Raquel Mengual »Kela« (cantautora), Teresa Silla (maratoniana y comunicadora), Diana Muñoz (Florida Universitaria), Sonia Llorens (educadora ambiental), Ester Alba (Vicerrectora UV), Miriam Civera (periodista), Laura Sena (periodista), Inma Orquin (Fundadora de Afghan Women on the Run), Ángeles Martínez (fiscal violencia de género), Isabel Olmos (periodista), Noe Llorens (cantante), Mayte Ibáñez (doctora en Historia del Arte y concejala del Ayuntamiento de Valencia), Esther López Barceló (historiadora y escritora), Carmen Amoraga (escritora), Olga Carreras (diseñadora), Amparo Domingo o Noema Ortí (interiorista y empresaria).

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