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R. González
Dénia
Jueves, 30 de noviembre 2023, 01:06
Coincidencia o destino. Una u otra han querido que, en la gala de la Guía Michelin celebrada este martes en Barcelona, dos restaurantes de la ... Marina Alta conquistaran una estrella, o más bien reconquistaran un galardón que ya «compartieron» hace pocos años. Se trata de dos historias entrelazadas con un brillante final. Y es que Andrea Drago ha conseguido para Orobianco un reconocimiento que ya había logrado este templo de la cocina italiana ubicado en Calp allá por 2019. En aquel entonces fue el chef Ferdinando Bernardi quien cosechó esta distinción, y quien ahora ha vuelto a alcanzar el Olimpo gastronómico con su proyecto personal, Casa Bernardi, que abrió en diciembre de 2021 en Benissa.
El origen de esta historia se remonta a 2015, cuando abrió sus puertas Orobianco en la partida Colina del Sol, con unas vistas espectaculares de Calp y del Peñón d'Ifach. Su propuesta de alta cocina mediterránea con impronta italiana de la mano del chef Ferdinando Bernardi caló hondo y cuatro años después la Guía Michelin encumbró a este restaurante al firmamento de la cocina con una estrella.
Todo parecía ir viento en popa hasta que un día Bernardio dijo adiós con pena a este ilusionante proyecto. En mayo de 2021 anunció que «por voluntad ajena» se desvinculaba de Orobianco. Era una decisión de la dirección.
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Y no sólo se marcharon él y su equipo. En diciembre de ese año se consumaba lo que muchos temían, el restaurante de Calp se quedó sin su fulgurante estrella. Poco después cerró sus puertas para acometer una actualización de sus instalaciones y dar forma a la propuesta culinaria con la que iba a iniciar una nueva etapa en su historia.
En este 2023 Orobianco ha resurgido cual ave fénix. El revulsivo ha llegado de la mano de Paolo Casagrande, jefe de cocina de Lasarte Restaurant de Barcelona, que se ha convertido en el director gastronómico, y con el chef Andrea Drago, que está al frente de los fogones. En pocos meses, han conseguido recuperar el distintivo
Este joven italiano de Como, a sus 34 años, está entusiasmado porque ha visto que todo su esfuerzo ha culminado con este premio. Había trabajado antes en Lasarte ocho años y ahora todo lo aprendido, y con el asesoramiento de Casagrande, lo ha plasmado en Calp, donde ofrece cocina italiana mediterránea de alto nivel.
Según ha explicado, «construimos un equipo fuerte para ir a lo máximo y la propiedad nos ha dado su apoyo». El reconocimiento prueba que han ido por el buen camino. Sabe que buena parte de ese éxito está en quienes le rodean.
Para Drago, el «plato estrella» del restaurante es el tartar de calamar, almendra, yema y 'guanciale', es uno de los «más emblemáticos». Otro de los destacados y que están desde el principio es el spaghettoni, pil-pil de tuétano y caviar.
Y mientras se producía el resurgir de Orobianco, muy cerca de Calp, en Benissa ponía en marcha Ferdinando Bernardi su proyecto personal como empresario, con el apoyo del equipo que le había acompañado en los últimos años y que seguía confiando en él. A finales de 2021 iniciaba su andadura Casa Bernardi, en una finca rural en la zona de Pedramala. Con este nombre el chef de Rímini hacía un reconocimiento a su familia.
Pese a ese comienzo desde cero, en muy poco tiempo su restaurante de cocina italiana y con vistas al Mediterráneo ha vuelto a triunfar. Si en 2019 le dio una estrella a Orobianco ahora ha vuelto a repetir la historia en su nuevo proyecto y en 2024 ya podrá volver a lucir una distinción de Michelin.
Según ha reconocido, la chaquetilla que ha recibido en Barcelona ha sido como «una confirmación de mi apuesta y mi riesgo, he luchado, he sufrido y he puesto mucha ilusión porque quería llegar a lo más alto». Además ha asegura que «me da fuerza, es la chaqueta del general y del guerrero y pone fin a la incertidumbre».
Es consciente de que este triunfo es fruto también de los que le rodean y de su mujer. Es un premio a la «alta profesionalidad de todos los que están conmigo, hay mucha humanidad, respeto y confianza», ha subrayado. Y no ha olvidado a las marcas que le apoyan, a la Cofradía de Pescadores de Calp y a los propietarios del local.
En cuanto al plato estrella de sus menús, ha destacado el tortello de rodaballo con salsa livornese, usando pescado de proximidad y una pasta «fina, elegante y con carácter». Pero sin duda, le gusta recalcar que algo que distingue a su restaurante es la repostería y los panes, ya que esta temporada ha abierto su propio obrador, Casa Bernardi Bakery, junto al restaurante.
Bernardi, nacido en Rímini, y Drago, en Como, coinciden en sus raíces y también en la apuesta por la comida italiana en sus menús. Y ambos se han alegrado de que el otro haya obtenido esa chaquetilla blanca con una estrella que reconoce no sólo su buen hacer ante los fogones, sino la excelencia que ofrecen a sus comensales en cada elaboración.
Ferdinando se ha mostrado encantado de que Orobianco «emerja de nuevo como un gran restaurante». No le ha sorprendido que consiguiera una estrella, por el aval que supone que Andrea Drago venga «del equipo de Paolo Casagrande». Por su parte, Andrea está contento de que haya otro establecimiento con la misma distinción en la comarca, en el municipio vecino, porque «cuantos más seamos, mejor».
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