La mujer exige su sitio en la gastronomía valenciana

La propietaria y jefa de cocina del restaurante Arrels en Sagunto, Vicky Sevilla, considera que hoy en día hay más oportunidades para las mujeres en la esfera culinaria. «Antes la alta cocina estaba más acaparada por hombres. Las mujeres nos incorporamos tarde a esto», aprecia Vicky Sin embargo, nunca se ha sentido excluida por cuestión de género. «He tenido los mismos obstáculos que un hombre». En su lugar de trabajo, cinco de sus nueve empleados son mujeres. «No contrato por el género, sino por el talento», defiende la jefa de cocina.

María Miñano es directora de Enoturismo en MGWines Familia Miñano Gómez. Compagina este cargo con su empleo como presidenta de la Ruta del Vino de Alicante. Para María «la mujer tiene las mismas oportunidades en viticultura. Tanto en la elaboración como en la del disfrute del producto». A su parecer, aunque se trate de un sector que históricamente ha estado más vinculado al hombre, el panorama ha cambiado mucho en los últimos años. «En nuestro caso, tanto en puestos directivos como técnicos hay paridad».

Su hermana Eva Miñano, directora de marketing y comunicación en MGWines Familia Miñano Gómez difiere de esta perspectiva. Eva opina que «todavía hay desigualdad en el sector vitivinícola». Aún así, cree que la mujer está cogiendo un empoderamiento importante en el sector. En su experiencia personal, la directora de marketing y comunicación destaca que ha tenido la suerte de sentirse arropada por su entorno masculino. Con la mirada puesta en el futuro, Eva Miñano argumenta: «Vivimos en un mundo globalizado que permitirá que la inclusión de la mujer en el sector sea total».

La sumiller profesional 'Nariz de oro 2010', Andrea Alonso, ha vivido en su propia piel que clientes subestimaran su conocimiento por su género. «Alguna vez me han dicho que cómo iba a saber de vinos si soy mujer». Aunque ha tenido que lidiar con comentarios machistas, Andrea considera que este tipo de actitudes van desapareciendo poco a poco. La sumiller expresa que su mayor deseo es «que en unos años no tengamos que estar hablando de diferencias de trato entre hombres y mujeres». Andrea expresa su contrariedad ante la creencia de que el vino se catalogue según el género. «Se suele decir vulgarmente que los vinos con un poco más de azúcar les gustan más a las mujeres, pero no es verdad». Desde su punto de vista, la bebida está hecha para disfrutarla en un momento concreto en lugar de hacer distinciones según el género del consumidor. « Si un vino está bien hecho le puede gustar a todo el mundo».

La jefa de sala y de eventos del restaurante Alfonso Mira, María Sepulcre, denota que la única diferencia de trato que ha notado en el desempeño de su labor profesional ha sido tener que hacerse ver más que los hombres. «He sido la primera mujer en trabajar en una cocina tradicionalmente de hombres». Comenzó a cocinar con 11 años para ayudar a su familia. «Siempre me he sentido muy arropada por mis compañeros hombres», asegura.

«Culturalmente se establecía el rol de que la mujer era cocinera de casa mientras los hombres ocupaban las cocinas de los restaurantes con las bases de sus madres».Aunque destaca que hace 20 años era común que las mujeres fregaran los platos en los locales de restauración cree que «ahora hay más inclusión».