La paella según Pablo Ministro, contada a los polacos

Fue el pasado mes de marzo cuando Ministro viajó hasta Rudka, un municipio del interior de Polonia situado en una zona muy rural, para compartir la receta de algunos de los platos más típicos de València y enseñar a los alumnos a cocinarlas con los ingredientes más similares a su alcance, a los que añadieron el arroz o la horchata que viajaron en la maleta del chef, que tuvo por cierto la suerte de impartir su docencia en un enclave de ensueño: el palacio Ossoliński, un antiguo edificio barroco del siglo XVII rehabilitado como escuela de cocina.

Las jornadas de iniciación en la cocina de la Comunitat fueron incluso más lejos de ese propósito inicial y fundamental, porque culminaron con la visita a la escuela de algunas de las autoridades del pueblo polaco, curiosas tal vez por conocer los secretos de nuestra cocina y dispuestas a catar las creaciones de Ministro, a quien concedieron un certificado de colaboración en formación con proyectos Erasmus. Su visita se englobaba dentro de ese popular programa europeo de intercambio estudiantil, con el que la empresa Gourmet lleva colaborando nueve años, atrayendo hasta sus cocinas, cautivados por el atractivo de la gastronomía mediterránea, alumnos procedentes de toda Europa.

El grupo gastronómico valenciano explica en un comunicado que recibe cada año a algunos alumnos de entre 16 y 22 años que tienen la oportunidad de aprender de los profesionales del equipo «y en algunos casos incorporarse a la plantilla». Y Ministro recalca por su parte que sus fogones llevan nueve años «realizando esta acción formativa de la mano de Educa Projects». «Esta experiencia tiene un importante componente humano y es muy enriquecedora tanto para nosotros como para las personas que participan, además de suponer una interesante oportunidad profesional», concluye.