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R. González
Gata de Gorgos
Viernes, 10 de enero 2025, 09:47
En pleno centro de Gata de Gorgos, frente a la iglesia, se halla Ca Corder, con Antonio Font al frente, un bar emblemático de la ... localidad con más de un siglo de antigüedad. Cada día es un constante trasiego de clientes que se sientan en la terraza o que entran dentro del local para disfrutar de sus almuerzos. Su 'bocata' especial constituye todo un símbolo y allí les gusta definirlo como «un plato combinado dentro de un bocadillo».
Ese especial tiene un poco de todo y eso lo convierte en una propuesta muy completa, perfecta como reconstituyente y que ayuda al comensal a coger fuerzas para afrontar la jornada. Dentro del bocadillo se hacen hueco la lechuga, el tomate, un poco de beicon, queso mayonesa y, a veces, un huevo. Todo esto se convierte en la cama que envuelve la parte fuerte, y que ofrece tres posibles opciones. Se puede elegir entre pechuga de pollo, lomo o figatell.
Además de este bocadillo, Ca Corder cuenta con otras muchas propuestas para el almuerzo. Entre las más demandadas están el bocata tradicional de sepia, en su caso fresca, o el de tortilla con anchoas o con sobrasada.
También hay mucho donde elegir entre las tostadas. Aunque las que más solicitadas son las de jamón a la plancha y las de queso fundido, entre otras.
Las picaetas son otra alternativa a la hora del almuerzo y que se pueden prolongar hasta el aperitivo previo a la comida. Los platos más típicos son los calamares a la romana y la ensaladilla. Tampoco faltan el magro, la 'sang amb ceba', el 'bull', el lomo con huevo estrellado o el hígado guisado. Las nuevas incorporaciones en la carta son el pulpo a la gallega y el pescado frito.
Los almuerzos van acompañados de cacahuetes, aceitunas y 'salmorra' de verduras como pencas, guindilla o pimiento verde, que prepara Antonio Font o su mujer, Ana. Además se pueden completar con una ensalada, la más sencilla es la denominada 'de pobre', con cebolla, tomate, olivas y 'salmorra'. Y el colofón final lo pone el café, en sus distintas variantes. Algunos lo prefieren con copa y también suelen pedir el tradicional 'cremaet'.
Ca Corder antes era un bar pequeño de pueblo y poco a poco fue creciendo. Antonio tomó las riendas del negocio cuando su padre lo dejó y ya se ha convertido en un punto de encuentro para almorzar, tomar una 'picaeta', comer o cenar.
Entre semana acude allí la gente de Gata de Gorgos y los fines de semana se unen a los parroquianos los ciclistas y las personas que acuden a hacer rutas y hacen parada en este negocio.
Según explica la familia Font, la clave de su éxito radica en el buen trato a la clientela, porque «hacemos la comida pensando en el cliente, para que salga satisfecho». Y otro factor primordial, recalcan, es que «todo está hecho con mucho cariño y mimo», desde la elección del producto, hasta la elaboración en la cocina y el trato de los camareros. Además, trabajan con productos de proximidad y las carnes se compran en carnicerías del pueblo. Todo con el objetivo de ofrecer lo más fresco y de calidad.
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