Puto café, el inesperado éxito de un local valenciano que interesa (y mucho) a los inversores

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«Así que el pasado mes de febrero le dimos una vuelta, y retomamos el nombre, Puto Café, que un día había aparecido de broma, y que se quedó aparcado». Pero Mike y Hugo se pusieron algo más serios, y alguien soltó: «no hay huevos». «En realidad sí resonaba con cómo somos nosotros, como algo disruptivo».

Así que el mismo local donde antes vendían café de especialidad se convirtió en Puto Café, y así hay que pedirlo, puto café, para que salga a un precio reducido. «La única diferencia entre un café y un puto café es el precio». Y la gente respondió. Abrieron el 1 de marzo, estuvieron en Alicante con The Champions Burger, y en pocos días habían conseguido 20.000 seguidores en Instagram -ahora tienen más de 40.000-. Un concepto que conecta sobre todo con la gente joven, que permite generar contenido en las redes, que explora la experiencia del cliente. «Jugamos como nadie ha jugado con él nunca, hacemos que se ría y se lo pase bien». De hecho, Hugo le dijo a Mike que tenía un presentimiento, que la gente tenía necesidad de pedirse un puto café y todavía no lo sabían. Y así fue cómo Mike y Hugo consiguieron que, entre todas las opciones de café de especialidad que existen en el centro de Valencia, elijan Puto Café. «Todo el mundo dice que su producto es el mejor, pero nosotros en ningún momento hablamos de cómo es el café». Y sí, es café de especialidad que ya están vendiendo también online con mucho éxito.

La sorpresa más agradable que se han llevado Mike y Hugo «es el interés de miles de personas para que estemos cuanto antes en su ciudad». También en México hay mucho interés por la marca y los fundadores de Puto Café están en conversaciones con varios inversores y personas interesadas en franquiciar. Arriesgar les salió bien porque «habíamos desechado una marca que no nos iba mal».

Puto Café ha unido su marca a The Champions Burger. «Estuvimos en Alicante y también estaremos en Mestalla y en otras ciudades, nos ha gustado mucho el ambiente y pensamos que Puto Café encaja muy bien en ese entorno», cuenta Hugo, que se ríe cuando cuenta las historias que les han ido ocurriendo en estos dos meses que llevan abiertos. «Lo más loco que nos ha pasado es con el café de mierda, una opción que tenemos disponible, y que literalmente es un café que no les va a gustar, y que encima es muy caro, pero incluso así hay gente que se lo pide».

No hay mucha gente que pague la opción más cara por no decir puto café, pero sí clientes que les han dicho: «sois unos cracks, ponedme un puto café con leche pero cóbrame el caro».

Y sí, el café es de especialidad, importado de distintos orígenes en verde y que tuestan ellos, que usan en la cafetería y también venden online. «Estamos recibiendo más pedidos internacionales de los que esperábamos», asegura Hugo, que tiene su cabeza bullendo de ideas para un futuro exitoso con Puto Café.