Green Tonic, una idea digestiva para la hora de cenar

Las cenas pueden ser en ocasiones algo pesado y que nos impide descansar bien por la noche. Por ello, la recomendación es evitar comidas copiosas y grasas que puedan hacer que nuestro organismo tenga que trabajar en exceso durante las horas del sueño y apostar por algo ligero y natural. Para buscar una manera diferente, sencilla y muy sana de hacerlo, la chef, estilista culinaria y escritora Bárbara Amorós propone un green tonic, una receta sana, impulsada por Clínicas Biomédicas Ascires.

Este green tonic licuado contiene dos o tres tallos de apio limpios –dependiendo de su tamaño–, dos o tres hojas de lechuga romana, dos mini pepinos –100 gramos de cantidad aproximada–, 20 gramos de espinacas, cuatro ramitas de menta o de hierbabuena, el zumo de medio limón y agua de coco al gusto de textura, entre 750 mililitros y un litro.

Clínicas Biomédicas Ascires propone en esta ocasión una receta ideal para tomar por la noche porque ayuda a la digestión, así como a regular las bacterias del intestino. Además, sus propiedades facilitan la absorción de los nutrientes, lo que ayuda a descansar mejor.

Sus ingredientes son ricos en todo tipo de propiedades. El apio cuenta con vitaminas A, B9 y K, además de con fibra y minerales como calcio, potasio, magnesio, fósforo, sodio y flúor. El pepino, además de ser refrescante por su alto contenido en agua, digestivo, diurético y saludable para el corazón por su alto contenido en esteroles, tiene vitamina C, provitamina A, vitamina E, y, en menor grado, vitaminas del grupo B como folatos, B1, B2 y B3.

La lechuga romana está bien provista de minerales, especialmente de potasio, calcio, fósforo y magnesio, así como de oligoelementos como cobre, manganeso, níquel o zinc. También es rica en antioxidantes como las vitaminas C y A, y su alto contenido en agua favorece el buen funcionamiento de los riñones y previene infecciones del tracto urinario. En cuanto a las espinacas, tienen un alto contenido en vitaminas C y A y minerales como ácido fólico, magnesio, hierro, calcio, fósforo, azufre, clorofila, oligoelementos, enzimas y fibra. Esa combinación le dota de un potencial preventivo y terapéutico contra enfermedades como anemia, colesterol, hipertensión y problemas digestivos.

Las hojas de menta o hierbabuena son muy utilizadas con fines terapéuticos y culinarios. Ambas poseen propiedades en común, ya que son anticongestivas, relajantes, anticoagulantes, mucolíticas, astringentes y antioxidantes. Además, son capaces de ayudar a sobrellevar el dolor de estómago, dado que favorecen la relajación de este órgano gracias a sus propiedades carminativas y antiespasmódicas.

El zumo de limón es rico en vitamina C, lo que promueve la formación de colágeno, favorece la absorción del hierro y previene el envejecimiento reduciendo el riesgo de padecer enfermedades degenerativas. La pectina que contiene proporciona beneficios digestivos como un efecto antidiarreico, ya que estimula la secreción gástrica alivia la acidez estomacal y los vómitos y mareos, así como las infecciones gástricas y urinarias. Por último, el agua de coco es rica en numerosos nutrientes como calcio, magnesio, fosforo y manganeso, aunque también destaca por su alto contenido en potasio y por sus propiedades antioxidantes, que reducen el estrés oxidativo. Algunos estudios nutricionales señalan que puede ayudar a los diabéticos a bajar el azúcar en sangre, mejorando sus marcadores de salud.

Preparación

La elaboración no puede ser más sencilla:

Se trata de una receta muy fácil y que se puede hacer de una forma rápida, ya que se puede hacer en tan solo unos minutos y sin complicaciones. Lo primero que hay que hacer es limpiar y trocear todos los ingredientes. Una vez hecho este paso, se introducen todos a la vez en el vaso de la batidora, activándola lo más potente posible. Si la textura del resultado es más densa de lo deseado, se puede añadir un poco más de agua de coco y se vuelve a activar la batidora. El resultado es ideal para consumirlo en el momento, pero sus propiedades aguantan perfectamente durante bastantes horas, por lo que se puede guardar en el frigorífico un par de días para ir disfrutando de él poco a poco.

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