Victoria Busto
Jueves, 20 de abril 2023, 20:51
A todo el mundo le gusta comer y disfrutar de un buen bizcocho, pero no todos saben hacer uno. Si eres uno de ellos, sigue leyendo, aquí te dejamos unos trucos para cocinar el mejor bizcocho y dejar a todos los comensales con la boca abierta.
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El bizcocho es uno de los dulces más famosos y conocidos mundialmente. Este alimento se puede hacer de una gran variedad de formas debido a la su gran facilidad de preparación y por que solo cuenta con tres ingredientes: huevo, harina y azúcar.
Cocinar un bizcocho puede ser una tarea muy entretenida tanto para adultos como para los más pequeños de la casa, pero no siempre salen como se espera: demasiado tiempo de cocción, se quedan crudos o no son lo suficiente esponjosos son algunas de las cosas que suelen pasar después de cocinar este delicioso plato de repostería. Pero, siguiendo estos consejos tu bizcocho saldrá perfecto.
Una parte muy importante de la preparación del bizcocho es sin duda, la mezcla. Este primer paso de batir los huevos y el azúcar se debe realizar en un lugar templado para que la mezcla suba más rápido de volumen. Los huevos que se usen para la mezcla deben de haber sido sacados previamente del frigorífico para que estén en temperatura ambiente.
La mejor forma de batir la mezcla del huevo y la harina es utilizar el instrumento llamado varilla, lo que permitirá que en el momento de batir el aire entre y la mezcla coja volumen. Posteriormente, se debe integrar suavemente, con espátula o un cucharón, la harina con el batido.
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El movimiento a la hora de mezclar es un paso muy importante. Al momento de agregar la harina y la levadura en polvo a la mezcla previamente hecha hay que hacerlo muy despacio. Para ello se puede utilizar un colador grande, de esta manera tamizamos las impurezas que tenga la harina. Si de lo contrario, agregas de golpe la harina, se crearán pelotas de este ingrediente que serán difíciles de disolver. Los movimientos siempre deben de ser suaves y envolventes para que el bizcocho no pierda esponjosidad.
Usar el molde de manera correcta también es un paso muy importante. Untar mantequilla y harina en el molde evitará que el bizcocho se quede pegado al molde a la hora de desmontarse.
Uno de los pasos más complicados a la hora de preparar el bizcocho suele ser la temperatura. Es muy importante controlar la temperatura del horno antes de meter el bizcocho. Se debe precalentar 15 minutos antes y a la temperatura con la que se tenga intención de hornear.
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Por norma general, un bizcocho con molde redondo necesita un horneado de 30 minutos a 180ºC sobre la bandeja de rejilla y en el centro del horno. La potencia del horno de cada casa es distinta por lo que mejor es intentarlo varias veces hasta encontrar la temperatura y tiempo perfecto.
En el caso que el bizcocho este crudo por dentro y quemado por fuera se puede deber a que la mezcla estuviera muy cerca de la parte superior del horno o que el horno estuviera demasiado caliente. Para continuar con la cocción, se debe poner un aluminio encima de la parte quemada y dejar que se termine de cocinar. Posteriormente se podrá retirar lo quemado del bizcocho de la superficie.
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Si tu bizcocho no sube lo suficiente puede deberse a que el horno no estuviese lo suficientemente caliente a la hora de introducir el bizcocho o que durante la cocción la temperatura fuese inferior 180º. La manera de evitar esto es evitando estos errores.
Si ocurre esto puede ser debido a que la mezcla ha subido demasiado rápido y el centro se ha quedado lleno de aire. La razón de esto se debe a que el horno estaba muy caliente a la hora de introducir el bizcocho. Para evitar esto hay que asegurarse de que el horno nunca supere los 180º, la paciencia es la clave.
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Si el bizcocho se desinfla es porque todavía no esta cocinado del todo. Para que no pase esto hay que evitar abrir la puerta del horno antes de los 18 o 20 minutos de cocción. Una manera que existe para comprobar que el bizcocho esta hecho es introducir, mientras la mezcla esta en el horno, una brocheta. Si sale limpia es que ya esta hecho, de lo contrario hay que esperar un poco más.
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