Semana Santa valenciana, una dulce tradición
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Un recorrido por los dulces típicos de Pascua en la ComunitatHUEVOS ESTRELLADOS ·
Un recorrido por los dulces típicos de Pascua en la ComunitatEstamos a las puertas de la Semana Santa. Una Semana Santa diferente y en mejores condiciones para disfrutar de la familia, de las vacaciones y de los dulces. Unos días de desconexión y de recogimiento con un marcado carácter religioso desde el inicio de la Cuaresma. El próximo domingo es el Domingo de Ramos, día en el que se celebra la entrada en Jerusalén de Jesús de Nazaret y justo a la semana siguiente se celebra la Semana Santa, donde a través de procesiones y distintas celebraciones se escenifica la Pasión de Cristo, su muerte y resurrección. En estas fechas hay millones de desplazamiento por toda la geografía de nuestro país, pero siempre acompañado de la gastronomía y muy especialmente a los dulces tradicionales, de los cuales quiero hablar hoy, ya que dependiendo de la zona o de las raíces de quien los elabora podemos encontrar unos dulces u otros.
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Para ello, nos hemos ido al distrito de Zaidía de la ciudad de Valencia, que engloba los barrios de Marxalenes, Morvedre, Trinitat, Tormos y Sant Antoni. Pues bien, justo en el barrio de Sant Antoni, en la calle Pobla del Duc, encontramos el Horno Cócera. Un horno con una gran tradición e influencias de diferentes zonas geográficas. Un horno regentado por José Cócera y por su mujer Cuca Mezquida. José nació en Requena y me comenta que por sus venas corre harina, de lo que se deduce que lo que lleva en las venas es pasión por su oficio. Nació en el horno que sus padres tenían en Requena para después trasladarse a la ciudad de Valencia a la edad de siete años. Un horno que le da luz y vida al barrio, los siete días de la semana.
Cuando llegué tuve que hacer cola para entrar y viendo el mostrador nada más entrar, pude observar la gran variedad de productos de que disponía. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y allí ya se nota desde hace días. Los panquemaos no paran de salir y las monas de Pascua se pasean por el mostrador. Monas con un huevo cocido, cosa cada vez más difícil de ver, ya que los peques quieren los huevos de chocolate. Yo como soy un nostálgico me llevé a casa la típica mona con el huevo cocido pintado de colores. Las cocas de nueces y pasas y unas deliciosas torrijas completan una oferta gastronómica de estas fechas de un valor incalculable. Todos estos dulces son los protagonistas en estos días.
Y si son tan relevantes, no es por casualidad. En los hornos tradicionales se transmiten las recetas o las medidas de los dulces de generación en generación. De este modo, podemos encontrar recetas que tiene más de un centenar de años. Es el caso de la mona de Pascua que preparan en su horno. Una mona de Pascua que lleva agua, aceite, azúcar, limón rallado, harina de fuerza y normal, junto con la levadura y el pie o la masa madre. El resultado es una mona dorada y muy tierna por dentro.
Un horno en el que se puede observar que siguen trabajando de forma tradicional pero sin renunciar a la nueva tecnología, donde las masas reposan en cámaras y la fermentación es controlada. De esta forma, ofrecen un producto actual sin renuncias a la tradición durante todo el día.
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Observando las vitrinas se aprecia la clara influencia de los orígenes de José. Se aprecia una clara influencia de sus padres, de su infancia, de lo vivido a lo largo de su vida como panadero. Encontramos el típico bollo de Requena, la coca con sardina o la ensaimada mallorquina. Me encanta que se pongan en valor las raíces y los orígenes de las recetas tradicionales, que aunque no sean recetas propias de la zona, las sientas como tuya, independientemente de donde provengan. A José le brillan los ojos y le cambia el semblante cuando me habla de sus raíces y concretamente de su ensaimada mallorquina. Una receta que se trajo su padre de Mallorca cuando estuvo trabajando allí. Cócera es lo que ha vivido a lo largo de su vida y viendo su mostrador, se puede ver la clara influencia requenense y mallorquina.
Un horno donde no puede faltar el pastisset de boniato siendo uno de los referentes según Cuca. Al igual que sus madalenas de calabaza o las empanadillas de pisto. Yo probé las empañadillas pequeñas y casi no llegan a casa. En fin, que las ganas de trabajar y de hacer bien las cosas que les caracteriza les lleva a ser un claro referente en la zona.
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También les pregunté por el pan, ya que es algo que como ya hablamos en un artículo anterior, se debe cuidar y poner en valor. Cuca destaca el éxito que tiene su barra de pueblo o lo que conocemos comúnmente como la barra de cuarto. Ellos la elaboran también de forma tradicional fermentada en madera, como se hacía antiguamente. Las distribuyen a diferentes bares, tanto del barrio como de fuera de este, como el Boatella Tapas o La Picaeta. Además elaboran panes de diferentes formatos como el de espelta, chía, calabaza o sarraceno, entre otros.
Una Semana Santa donde vamos a disfrutar de los dulces típicos que se elaboran en los hornos tradicionales valencianos y donde seguro que no puede faltar un panquemao, una mona de Pascua, unas buenas torrijas o unas madalenas. Pero recordad, siempre en los hornos tradicionales.
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