Un dulce de la Marina Baixa perfecto para el Día del Padre

La tarta de zanahoria es un pastel dulce en el que, evidentemente, el ingrediente principal es la zanahoria machacada mezclada en la masa y que, según la literatura gastronómica que ha llegado a nuestros días, hunde sus orígenes en la Edad Media. Era aquella una época en la que la que la mayor parte de la población de Europa no tenía acceso a un gran número de productos que hoy en día son básicos en la cocina. Un claro ejemplo de ello eran el azúcar, la miel y otros muchos endulzantes, por lo que la realización de recetas de repostería no sólo era algo complicado, sino que estaban reservadas a las clases altas de la sociedad.

Como siempre sucede en momentos de carestía, aquella dificultad de acceso a determinados ingredientes despertó el ingenio del pueblo y eso hizo que se extendiera la costumbre de utilizar calabaza, zanahoria o remolacha, verduras excepcionalmente dulces, como endulzantes en la cocina. Siglos después, las distintas oleadas de emigrantes europeos que buscaron un futuro mejor al otro lado del Atlántico llevaron esos trucos y costumbres a los Estados Unidos, donde la 'carrot cake' se convirtió en uno de los dulces estrella de su cocina y, como ha sucedido con tantas otras cosas, emprendió su camino de regreso a Europa.

El nuevo y definitivo boom de la tarta de zanahoria en el Viejo Continente se produjo, como en sus orígenes, a causa de la necesidad. Su popularidad experimentó un aumento muy significativo en Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial, pero tras el final de la carestía ese humilde pastel surgido de la dificultad de acceso al azúcar, se hizo ya un hueco permanente en la cocina europea.

Debido a ese influjo británico, no es de extrañar que en zonas como la Marina Baixa, donde los habitantes de Reino Unido han encontrado un paraíso vacacional y residencial desde hace décadas, la tarta de zanahoria se haya convertido casi en una propuesta autóctona y un fijo en la carta de postres de muchos restaurantes así como en el acompañamiento perfecto de cafés y tés a media tarde en un sinfín de cafeterías.

A pesar de su nombre, la 'carrot cake' se parece más a un bizcocho que a una tarta en la preparación: todos los ingredientes húmedos, como los huevos y el azúcar se mezclan por un lado; todos los secos, por otro y, finalmente, se unen las dos mezclas. Además, la consistencia definitiva es mucho más densa que un pastel tradicional y tiene unas migas más gruesas.

Se trata de una receta aparentemente sencilla, pero, como suele suceder en la repostería, sólo las manos más experimentadas consiguen llevar este humilde postre a un nivel superior y convertirlo en un plato digno de cualquier alta cocina. Manos como las de Itziar López, que desde el obrador La Pastiera (palabra de origen italiano) de l'Alfàs del Pi, ha convertido la tarta de zanahoria –y los rollitos de canela, de los que nos ocuparemos en otra ocasión– en su propuesta estrella.

Tan buena acogida a tenido la versión de la 'carrot cake' que en La Pastiera elabora Itziar López que sus tartas no sólo salen del local a través del mostrador en la venta directa al público, sino que cada vez son más las cafeterías y restaurantes que eligen este coqueto obrador artesanal alfasino para surtir su carta con una tarta de zanahoria que garantiza el disfrute de cualquier comensal.

El truco para conseguirlo, además de su habilidad con los ingredientes, es alejarse por completo de la repostería industrial y, como ella misma explica, «elaborar cada tarta de forma completamente artesanal. Eso hace que nuestros clientes, tanto los particulares como las cafeterías y restaurantes, nos elijan porque podemos darles un producto exclusivo y casero».