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Cuando a mediados de los años ochenta comenzaron a proliferar los restaurantes chinos llamados Gran Muralla no sabíamos distinguir lo bueno de lo malo y ... lo regular de lo peor. Dimos además por bueno que todos aquellos arroces tres delicias, tallarines y rollitos de primavera eran la paella valenciana del país oriental. Vaya, sus platos más tradicionales. Con la progresiva transformación del barrio de la Roqueta en el 'Chinatown' valenciano han ido apareciendo restaurantes no adaptados al gusto español, donde los carteles se escriben en letras chinas y quienes están detrás de la barra apenas saben hablar una palabra del idioma patrio, aunque lleven media vida viviendo en España. De estos locales que han brotado alrededor de la calle Pelayo hay uno mítico, el bar El frenazo, cuyo dueño decidió que no valía la pena cambiarle el nombre. Tampoco el interior, que mantiene la decoración 'vintage' que heredó del antiguo propietario. En este pequeño local se pueden comer más de treinta especialidades de arroz blanco o frito, otras tantas de tallarines y así todo tipo de platos que los chinos adoran, como la medusa, el tendón de ternera o las garras de pollo.
A sólo unos metros de El Frenazo, Min Dou es un restaurante especializado en comida cantonesa, que tiene fama de ser como la alta cocina china, donde se realza el producto e intentan no abusar de salsas y picantes, algo habitual en su gastronomía. Y en la carta vuelven a aparecer las vísceras de cerdo, que les encantan, como los riñones o los intestinos, aunque en realidad, más allá de la forma de prepararlo y de los aditivos que le añaden, son platos que podrían formar parte de cualquier restaurante de comida tradicional española. Cantón es una provincia costera situada al sur de China y, como España, está basada en una alimentación en la que el pescado y el marisco, incluso la anguila, está muy presente. Hasta el pescaíto frito tiene su lugar en una carta que suele ser en estos restaurantes extensísima. Y pese a la variedad, no, no hay arroz tres delicias.
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El ramen es una de las especialidades de la cocina china que se puede probar en la calle Pelayo. Los chinos adoran las sopas, a las que le añaden fideos y diferentes ingredientes, y los bares especializados en ramen son locales pequeños, de comida a un precio muy asequible y que se comen con palillos. Sí, aunque sean sopas. Y sopas también sirven en los dos restaurantes de 'hot pot' de la calle Pelayo, los dos propiedad de Nieves. No es su nombre real; los chinos suelen españolizarlo para que sea más fácil de hacerse entender. Nieves explica que el 'hot pot' es la comida típica del norte de China, mucho más desconocida para los españoles. Se cocina en una olla en la propia mesa donde se sirve, y donde se van añadiendo ingredientes. Las mesas ya están preparadas con un hornillo eléctrico para calentar la sopa, que está hirviendo mientras los comensales van cocinando su comida.
Como el resto de restaurantes de la calle Pelayo, el sábado han colgado ya el cartel de completo. Es el año nuevo chino y la cabalgata que por la tarde recorrerá la Roqueta ha agotado las reservas. «La mayoría son españoles o turistas», dice Nieves, que sí tendrá un mayor porcentaje de personas de nacionalidad china el domingo, con el año nuevo.
Entonces, ¿dónde van a celebrar la 'Nochevieja' china? «La mayoría vamos a un restaurante que está en Quart de Poblet», comenta Kandy, secretaria de la Asociación Cultural China de Valencia. El restaurante al que se refiere Kandy se llama Mr. Wu, y se parece a un salón de banquetes con algunas peculiaridades: una pantalla gigante preside la gran sala, donde caben casi 400 personas, y hay además una decena de salones privados, los más exclusivos con karaoke. Porque una cosa es ir a comer un día entre semana y otra hacerlo en un acontecimiento tan importante como darle la bienvenida al año del conejo. Lidia (nombre españolizado) es la propietaria de este gran local que ya tiene colgado, figuradamente, el cartel de completo para la noche del sábado, donde no habrá uvas pero sí mucha fiesta y micrófono preparado para cantar. Eso sí, «son todo canciones chinas, españolas sólo está 'Despacito'», ríe Lidia.
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