Toni, acompañado de la tercera generación de un negocio que le ha dado muchas alegrías. La Freiduría

Un explorador en la escena culinaria valenciana

Toni Martínez ha creado un concepto de negocio donde el cuidado y el amor por la gastronomía se mantienen inquebrantables

Clara Alfonso

Valencia

Jueves, 21 de septiembre 2023

En un rincón de la bulliciosa Valencia, donde los muros de la historia se erigen con majestuosidad y el aroma de las especias se mezcla ... con el susurro de las historias culinarias, emerge la figura de un hombre apasionado por el arte de la hostelería. Su nombre, Toni Martínez, es ya una leyenda en la escena gastronómica de la ciudad. Su relato, como el de un aventurero de los sabores, nos lleva a través de un viaje lleno de desafíos, sabores y sueños cumplidos en el universo de los fogones.

Publicidad

La fascinación de Toni por el mundo culinario es herencia de sus padres que, en su época, fueron dueños de antiguas tabernas y restaurantes. El poder trabajar junto a ellos durante más de una década le hizo absorber los secretos de la gastronomía, de los que ya disfruta una tercera generación. Pero su inquietud y pasión lo llevaron a emprender su propio camino, a buscar su propio sello en el mundo de la hostelería. Así, hace ya unos cuantos años, decidió mudarse a Valencia y dar vida a 'Taberna Antonio Manuel', un lugar que lleva su nombre y que se ha convertido en su carta de presentación en la capital del Turia.

Un emprendedor nato

Con un brillo en los ojos que traspasa el teléfono, recuerda sus múltiples proyectos y negocios relacionados con la hostelería. «Soy un emprendedor nato», confiesa. «He abierto aproximadamente doce negocios en Valencia a lo largo de los años, aunque con motivo del Covid y otras circunstancias he ido cerrando algunos». Sin embargo, su determinación y amor por la gastronomía se han mantenido inquebrantables.

La Freiduría

Los años pasaron, y con ellos, Toni Martínez emprendió un viaje lleno de desafíos y oportunidades. 'Dulces de España' fue una de sus prometedoras creaciones, una tienda donde los sabores típicos de cada rincón de España se encuentran, todavía, bajo un mismo techo. Pero su espíritu emprendedor no se ha detenido ahí; Toni se ha convertido en un hombre de negocios incansable y aventurero, un explorador de la escena culinaria valenciana.

Publicidad

Un matiz especial

La historia de este emprendedor adquiere un matiz especial cuando se trata de las freidurías, una asignatura que tenía pendiente. Antes de que llegara la pandemia, el emprendedor ya había apostado por este modelo de negocio, pero se vio obligado a cerrarlo. Pero el destino tenía preparada una segunda oportunidad para él, una oportunidad que no dudó en tomar con los brazos abiertos.

Le ofrecieron abrir un puesto en el recién restaurado Mercado de la Imprenta de Valencia, y lo tuvo claro desde el principio. «El concepto de la freíduría gusta muchísimo y además, es rentable», dice con emoción. Pero había algo más: la pasión por la hostelería había trascendido generaciones y se había transmitido a su propio hijo, que pasaría a ser su socio en esta nueva aventura.

Publicidad

La Freiduría

En medio de este encanto culinario, el arte de 'La Freiduría' se despliega en su esplendor. Sus dos conceptos principales son los 'cucuruchos' y las 'picaetas', cada uno ofreciendo una gama de sabores que transportan a los comensales a un mundo de delicias. Los 'cucuruchos', rellenos de exquisiteces como el cazón en adobo, la puntilla rebozada, el calamar a la romana, el solomillo de pollo, los raviolis de secreto ibérico, los torreznos, y muchas otras opciones, son un festín para los amantes de los sabores de mar y tierra.

Por su parte, las 'picaetas' deslumbran con la titaina valenciana, la ensaladilla de marisco, el lomo de sardina, la gambita salada o el ajoarriero, entre otras deliciosas alternativas. Cada plato es una obra de arte culinaria, una invitación a explorar un mundo de sabores que hacen honor a la tradición gastronómica española y valenciana.

Publicidad

Un negocio en expansión

Lo que hace que esta historia sea aún más especial es que, padre e hijo acaban de abrir su segundo establecimiento frente al imponente Mercado Central de Valencia, fruto del éxito de este negocio que se inauguró hace unos pocos meses. La pasión y el espíritu emprendedor de una familia, han encendido la chispa del éxito en ambos establecimientos. En este segundo capítulo de su aventura culinaria, los 'cucuruchos' y las 'picaetas' continúan conquistando los paladares de quienes visitan el mercado, llevando consigo la esencia de 'La Freiduría' y la promesa de una experiencia gastronómica inigualable.

Este dúo no solo ha causado sensación en la capital, sino que también ha suscitado un gran interés en la Comunitat Valenciana y más allá. Muchos se preguntan sobre el secreto detrás de su éxito, y no es de extrañar que hayan empezado a recibir propuestas tentadoras.

Publicidad

Recientemente ha nacido un ferviente interés por comprender cómo funciona su sistema, cómo logran que cada bocado sea una experiencia memorable. La idea de abrir más locales bajo la imagen de 'La Freiduría' se ha planteado, la posibilidad de convertirlo en una franquicia que llevaría sus deliciosos sabores a todos los rincones de España.

Sin embargo, Toni no está dispuesto a ceder su legado culinario a la ligera. Aunque la idea de expandir su negocio es tentadora, está decidido a mantener un control estricto sobre cada detalle. La calidad y la esencia de 'La Freiduría' son sagradas, y cualquier expansión sería bajo su supervisión y directrices, asegurando que todos los comensales disfruten de la excelencia que ha caracterizado a sus creaciones desde el principio. Lo que ha quedado claro en esta historia, es que el trabajo, la tradición y la dedicación son la clave del éxito en 'La Freiduría'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad