La joya italiana en pleno centro con un menú por menos de 15 euros

Se trata del restaurante Fiaskilo, un local de lo más auténtico, en el que las pastas frescas caseras, los embutidos italianos y el tiramisú se han covertido en la mejor tarjeta de presentación para sus adeptos. Pillar mesa no es complicado, pero la reserva es imprescindible si no quieres quedarte sin el plato de pasta del día. El funcionamiento del local a la hora de las comidas es muy sencillo. Se puede comer el menú completo (primero, segundo, postre, bebida y café) por 14 euros o medio menú (segundo, postre, café y bebida) por 11 euros. Su precio por una comida completa es el mismo que en algunos céntricos locales por apenas un plato de pasta.

Para no perdernos en cartas larguísimas, Fiaskilo tiene una fija, con seis ensaladas y dos platos de fiabres y quesos italianos para elegir como primeros, y diez opciones de pasta fresca como segundo. Además, cada día tienen varios platos de pasta fresca especial que tiene un suplemento de dos euros en el menú, con combinaciones ganadoras como alcachofa y guanciale o rellena de sobrasada picante. En los postres, hay un rival imbatible: su tiramisú.

El restaurante está regentado por Alberto Lugli y Elisa Galvani, dos italianos que están a punto de celebrar el cumpleaños número 17 del local. De hecho, hace menos de dos años ampliaron el local, con un nuevo comedor en la calle peatonal, contiguo al Fiaskilo de siempre. Cuentan con dos interiores y una terraza muy cotizada en la calle En Sala, que es, además, peatonal y muy tranquila. En el restaurante se puede comer, pero también desayunar o almorzar. Sus bocadillos son cada días más famosos entre los que trabajan por el centro y su mostrador de embutidos y queso italianos es el mejor escaparate de la calle La Paz. Una joyería comestible.

Pero, el bullicio llega a mediodía. Uno puede comer una ensalada (las hay de pollo, de pulpo, caprese, mixta, de rúcula...), o unos fiambres (ojo con su mortadela italiana) para abrir boca. Como plato fuerte, una pasta fresca o rellena con berenjenas, longaniza, brócoli, pera y gorgonzola, pescado y marisco o carbonara, además de las del día). Y para coronar el festín, ir a lo clásico o innovar con un tiramisú de pistacho o un milhojas. Ah, y si te estás cuidando y quieres algo a la plancha, también hay opción. De hecho, en el postre hay fruta fresca, algo en desaparición en los restaurantes. Y como pista de muy experta, te descubro un secreto. Si hablas con Elisa, te pueden hacer un tiramisú por encargo para celebraciones en casa. Lo que os decía. Una joya italiana en pleno centro donde comer bien y barato.