Orobianco relanza su templo de la cocina italiana en Calpe

Asentado en Calpe, Orobianco se ha convertido, para los amantes de la gastronomía, en uno de esos restaurantes que se ganan, a base de la calidad de su cocina, en templos para los 'foodies'. Elegante y sofisticado, es sinónimo de establecimiento gastronómico único. Un escenario con vistas incomparables donde el cielo y el Mediterráneo se funden en uno. Un lugar de la costa de Calpe desde donde se vislumbra Italia. Un templo dedicado al placer de los comensales, donde dos palabras brillan por encima del resto, emoción y sabor. «Sólo desde el respeto absoluto hacia el producto conseguimos una cocina con la que conseguimos emocionar, en cada servicio y a cada comensal», afirma Paolo Casagrande, director gastronómico del local.

Un proyecto al que el chef italiano ha infundido toda su personalidad fundiéndola con la que emana el histórico establecimiento y la de un escenario con vistas incomparables. Orobianco destaca por su entorno privilegiado y su exclusividad, un lugar perfecto para disfrutar del atardecer, de las vistas al Mediterráneo y, por supuesto, de una gran gastronomía.

Este templo calpino inició su trayectoria en el año 2015 y fue galardonado con una estrella en la Guía Michelin y poco antes del verano del 2022 cerró sus puertas para actualizar instalaciones y renovar su identidad corporativa, así como su oferta gastronómica. Ahora, sumido en un nuevo proyecto, Grupo Orobianco apuesta por mantener la línea de alta cocina italiana con toda la calidad del producto mediterráneo. El restaurante ofrecerá una cocina rica y sabrosa, de raíces italianas inspirada en las recetas de toda la vida, las de la nonna, en un ambiente sofisticado, respaldado y asesorado por un gran equipo profesional de alto nivel tanto de cocina como de sala

Paolo Casagrande, el cocinero de las emociones

Para afrontar esta nueva etapa contarán con el asesoramiento e imagen del Chef Paolo Casagrande, jefe de cocina del Restaurante Lasarte en Barcelona, galardonado con tres estrellas Michelin. «En Italia dejé mis raíces, en el País Vasco construí mi genoma culinario, en Barcelona encontré mi casa… para darme cuenta de que el Mediterráneo es mi despensa y la verdadera patria culinaria que me define», afirma.

Orobianco será un proyecto muy personal y especial de Paolo en España. Como director gastronómico, asigna como jefe de cocina a Andrea Drago, con quien ha compartido fogones durante diez años y como jefa de sala a Inés Correia. La pastelería estará supervisada por Xavi Donnay y la sumillería y la sala por Joan Carles Ibáñez y Antonio Coelho, pilares del restaurante Lasarte de Barcelona.