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El puchero al estilo de Ademuz que justifica una excursión

El Desván, un local ubicado en Casas Bajas, gana una justificada fama gracias a su apuesta por el recetario de la comarca

El Descubridor

Jueves, 2 de marzo 2023

Se llama José Vicente Aparicio, desciende de una familia dedicada desde siempre a la hostelería los habituales de Ademuz lo recordarán trabajado durante más de ... 30 años en Hostal Casa Domingo, fundado por sus abuelos, Domingo y Engracia, y regentado por su padre, José (a quien la clientela conocía como Pepe) y su tío Vicente. De aquel local, que José Vicente recuerda como «punto de referencia en la comarca durante mucho tiempo», se trasladó cuando la pandemia dejaba atrás su fase más crítica a Casas Bajas, sin salir de la comarca: allí abrió en julio del 2022 el restaurante El Desván, que se ha convertido también en otra cita muy recomendable para saborear la gastronomía de la zona: «Han pasado ocho meses de incertidumbre y sueños, de ilusión y mucho trabajo, pero aquí estamos cocinando lo que nos gusta para un público que llega entregado y que se va con ganas de volver», explica. Y añade: «Es la sensación de aportar y sumar. Poner ese granito de arena a tu comarca».

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José Vicente se confiesa por supuesto «orgulloso de las tradiciones y culturas culinarias del Rincón de Ademuz». De ahí que no pueda extrañar que su recetario se vea poblado por «platos tradicionales como el puchero de pueblo, que es nuestro plato más representativo». No se acaban ahí las referencias culinarias de la zona: la carta de El Desván se mantiene leal a platos como las gachas, las manitas de cerdo, el dulce de manzana «y muchos otros». Un elogiable esfuerzo que tropieza con los obstáculos propios de todo proyecto que tiene como escenario el territorio más despoblado del país. «Emprender en la España vaciada no es fácil», confiesa. «Se necesitan mejorar las infraestructuras y servicios», prosigue, «y los medios de comunicación por carretera no son los adecuados». «Las administraciones nos han de mirar con otro prisma porque tenemos que luchar todos los días para conseguir y no perder a nuestros clientes, que son el alma del negocio», observa.

Inconvenientes que no empañan un discurso de raíz luminosa. José Vicente se declara enamorado de su comarca y anima durante la conversación a visitar el Rincón de Ademuz, «porque además de encontrar buena gente, es el pulmón de Valencia y uno de los parajes más bonitos de la Comunidad Valenciana». A su sabrosa oferta, que no deja de captar incondicionales, agrega otros argumentos para viajar hasta la comarca: «Casas Bajas está a 6 kilómetros de Ademuz, es un pueblo pequeño pero acogedor donde pasear tranquilo, donde se respira aire puro», describe. Y aporta otros factores que justifican esta excursión al interior de la región: la iglesia neoclásica, su molino restaurado del siglo XVIII, las barracas, esas hermosas construcciones propias de la zona que forman una recomendable secuencia donde destaca la llamada Barraca Grande…

¿Más atractivos? Por supuesto. «Se puede pasear por la ribera del Turia o acercarse a la sierra de Tortajada», sugiere José Vicente, que se reserva para el final otra sugerencia de raíz culinaria: concluido el paseo, «para dulcificar el frío de esta época del año y los kilómetros de ruta, os espera un puchero típico del Rincón de Ademuz». Y no cualquier puchero, ojo sino el que elabora en su casa: «Menudo puchero. Denso y untuoso».

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