Sorpresa en la plaza del pueblo: un bar con ceviche, pulled pork y sandwich vegano

Hay restaurantes a los que se va por recomendación, moda o gusto, mientras que hay otros a los que se llega por suerte, casualidad o ignorancia. Que después guste o no el resultado depende de muchos factores, por lo que una sorpresa puede ser tanto positiva como negativa. La gastronomía actual nos ha enseñado que las buenas sorpresas no deben estar ligadas a lugares de élite o fama, que incluso alta cocina puede ser un bocadillo, una hamburguesa o cualquier pincho hecho con esmero y sentido. También hay cocina de calidad en lugares alejados de las grandes ciudades. Así nos encontramos en Serra a Casa Granero, que ganó el último concurso de la fideuà de Gandia. A la vertiente contraria de la Sierra Calderona, ya en la provincia de Castellón, la gastronomía tiene guardada una buena sorpresa en lo que desde fuera aparenta ser el típico bar de la plaza de un pueblo de poco más de 3.000 habitantes. Bar San Remo en Altura es una delicia guardada para los que lo conocen y los que deciden sentarse sin saber qué hay en la carta.

Altura es un curioso y pintoresco municipio situado muy cerca de Segorbe, a los pies de la Sierra Calderona. Hay muchos negocios. Pocos municipios con ese censo tendrán tanta actividad comercial. Entre la plaza de la cueva Santa y el inicio de la avenida del Santuario está el Bar San Remo, un lugar del que desde fuera llama la atención su gran terraza ante una curiosa fuente de agua. Si te sientas sin saber qué ofrecen la sorpresa es mayúscula, ya que es lo último que un cliente se puede esperar si aplica los cánones del típico bar situado en la plaza de un pueblo pequeño.

Hay tapas, hamburguesas, sandwich y tarta de queso. Lo habitual, pero en el detalle está la diferencia. Entre los entrantes del Bar San Remo de Altura hay vieiras, crujiente de langostino, croquetas de chipirones y unas riquísimas croquetas de mejillones y langostinos. El plato principal es ya el que acaba de descolocar al cliente. La hamburguesa de pulled pork tiene el gusto de estar hecha de forma artesanal, así como un sandwich vegano al que no le faltan el humus y toques de germinados de alfalfa y cebolla. Un espectáculo en plato y boca. Sin duda la joya que más brilla es el ceviche habanero con pulpo, langostinos, aguacate, pepino, tomate y cebolla morada que va aderezado con mayonesa de chipotle y todo sobre una torta de maíz.

El cliente disfruta en mesa, pero aún le queda por decidirse, ya que en los postres hay dos tipos de brownie (de chocolate y de turrón) y una tarta de queso aderezada con mermelada de cereza. El café acaba por redondear una experiencia completamente sorprendente a la que el precio se ajusta a las mil maravillas.

Sales de la ciudad, descubres un pueblo con encanto y la comida te sorprende. ¿Eso no es alta cocina?

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